?Ciudad de México.-Casi diez millones de mexicanos mayores de 18 años padecen de
eyaculación precoz, y uno de cada dos mayores de 40 años sufre de
problemas de erección, mientras que casi dos de cada diez mujeres nunca
han tenido un orgasmo, dijo la especialista Claudia Rampazzo.
“Tres de cada diez mexicanos padece eyaculación precoz y uno de cada dos
hombres mayores de cuarenta tiene problemas de disfunción eréctil”,
explicó la terapeuta sexual al dar a conocer su libro “Guía de la
entrepierna” (Random House-Mondadori, 2010).
Rampazzo explicó que entre las mujeres las disfunciones sexuales más
frecuentes son la anorgasmia, el sexo doloroso llamado vaginismo, entre
otros y agregó que de 10 a 20% de las mujeres nunca han tenido un
orgasmo durante el coito; mientras que 10% lo alcanzan en circunstancias
irregulares.
La terapeuta sexual destacó que en México los prejuicios y tabúes
impiden tener una conciencia de la importancia de la salud sexual y de
una vida erótica sana y agregó que los problemas sexuales se minimizan o
se trivializan.
La especialista aborda en su libro los problemas del deseo sexual
inhibido, la anorgasmia, la disfunción eréctil y la eyaculación precoz,
cada caso con citas de consultas clínicas.
Todos estos padecimientos, dicen, tienen causas orgánicas y sicológicas,
los cuales pueden ser tratados bajo una observación clínica
responsable, por lo que recomendó evitar a los charlatanes que se
ostentan como sexólogos sin ninguna preparación médica.
Entre los factores orgánicos que causan disfunciones sexuales se
encuentran problemas de salud como obesidad, colesterol alto,
hipertensión, diabetes, adicciones, entre otros, además de causas
patógenas o virológicas.
Entre las sicológicas está todo tipo de experiencias traumatizantes en
la infancia que dejaron huellas sobre nuestro comportamientos sexual,
entre estas los abusos o violaciones.
Asimismo está la mentalidad religiosa con nociones de culpa, pecado y
maldad que califican al sexo como “sucio, malo, pecaminoso y dañino” .
En su libro, la especialista recuerda que las represiones de la
Inquisición contra las mujeres con sus métodos de tortura entre estos la
“temida ‘cigüeña’ que dejaba a la víctima para ser violada por el ano” .
Asimismo, señala los métodos como “las garras de gato” que se usaba para
destrozar los senos; la “pera veneciana” para desgarrar la vagina, “el
cepo” que exponía los genitales al público, entre otros.
En nuestros días un gran sector aún defiende y promueve los prejuicios contra la sexualidad libre, dice.
La experta apunta que, según las evidencias científicas, una “sexualidad
vivida plenamente, sin culpas, con placer y sin tabúes, es beneficiosa
en alto grado para la salud física y mental”.
Sobre la pérdida del deseo sexual, dijo que hasta 60% de los adultos registran una disminución sensible del deseo sexual.
Respecto a la anorgasmia, enumeró que hay diversas causas, entre ellas
el desconocimiento del organismo femenino de las propias mujeres.
“Una gran cantidad de mujeres desconocen su cuerpo, no han revisado sus
genitales, ni han descubierto todas las formas de estimular su cuerpo
para lograr el orgasmo”, explicó Rampazzo.
Afirmó que las mujeres deben saber cuales son sus principales centros erógenos para lograr una estimulación adecuada.
La especialista dijo que muchas mujeres se han vuelto simuladoras del
orgasmo y “se retuercen y gritan, e incluso reproducen las contracciones
vaginales”.
Sobre la disfunción eréctil, la especialista advierte que muchos hombres
recurren a la automedicación con fármacos como viagra, cialis o
levitra, que permiten una erección adecuada en 90% de los casos, pero
pueden causar severos daños en caso de afecciones cardiovasculares.
“Si el pene no funciona adecuadamente es señal que el sistema cardiovascular no anda bien”, advirtió Rampazzo.
Finalmente, apuntó que la eyaculación precoz es la incapacidad del
hombre de controlar el reflejo eyaculatorio entre uno a tres minutos en
el coito.
Rampazzo explicó que un tratamiento adecuado puede reacondicionar este
reflejo para que un hombre logre controlar sus eyaculación en un plazo
de entre 15 y 20 minutos, tiempo considerado como de un coito normal.