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Los grandes capos que faltan por caer

Nombres como el de Joaquín 'El Chapo' Guzmán, Ismael 'El Mayo' Zambada y Juan José Esparragoza 'El Azul' siguen siendo el Talón de Aquiles de las autoridades

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México, DF.- La captura de grandes capos de la droga en lo que va de la
administración calderonista no ha sido suficiente para desmantelar por completo
sus estructuras y forma de operar.
El desenlace del megaoperativo en el que murió el narcotraficante Ignacio
“Nacho” Coronel lleva a pensar que por lo menos una célular del
cártel de Sinaloa ha sido fracturada. Sin embargo, la experiencia dice que el
crimen organizado encuentra pronto a un sucesor para seguir operando con
normalidad.
Tales han sido los casos del cártel de los Beltrán Leyva y Arellano Félix,
que con la captura de Alfredo Beltrán “El Mochomo”
y la muerte de Arturo Beltrán “El Barbas”;
así como las detenciones de Eduardo Arellano Félix “El Doctor”
y Teodoro García Simental “El Teo”,
respectivamente, se creían fracturados.
Pese a que el gobierno federal se ha encargado de destacar las capturas de
importantes narcotraficantes como Vicente Carrillo Leyva,
hijo del extinto Amado Carrillo, fundador del cártel de Juárez; Jesús “El Rey”
Zambada, hermano de “El Mayo” Zambada y uno de los jefes del cártel
de Sinaloa, muchos de los capos de mayor peso dentro del crimen organizado
siguen libres.
El Talón de Aquiles
La actual estrategia con la que se combate al narcotráfico en México no ha
alcanzado para recapturar a Joaquín “El
Chapo” Guzmán Loera, principal líder del cártel de Sinaloa y quien se
ha convertido en el Talón de Aquiles de la lucha que emprende el gobierno
federal contra la delincuencia organizada.
El capo sinaloense fue detenido en junio de 1993 en Guatemala y sentenciado
a 20 años de prisión. Posteriormente fue encarcelado en el penal de La Palma (ahora El Altiplano)
bajo los cargos de delitos contra la salud, asociación delictuosa y sobornos, y
en 1995 trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande, en
Jalisco.
Fue en los primeros días de la gestión del panista Vicente Fox como
presidente de la República
y con ayuda de las autoridades del penal, cuando “El
Chapo” logró escapar el 19 de enero de 2001 escondido dentro de un
camión de lavandería, según informaron las autoridades oficiales.
Desde entonces se ganó un lugar en las listas de los criminales más buscados
por las autoridades de México y Estados Unidos, al grado de que la Procuraduría General
de la República
(PGR) y la Agencia
Antidrogas de EU (DEA, por sus siglas en inglés) ofrecen recompensas de hasta 30
millones de pesos y 5 millones de dólares, respectivamente, por cualquier
información que lleve a su captura.
Su nombre ha estado siempre presente, sea por sus acciones dentro del crimen
organizado o por aparecer en la lista de los más ricos del mundo
que realiza la revista Forbes, pues su fortuna es equiparada a la del
empresarios mexicano Emilio Azcárraga, presidente de Televisa. Por si fuera
poco, la revista Time lo incluyó en su clasificación de las cien personas más
influyentes del planeta.
Junto con Joaquín Guzmán Loera, en la dirección del cártel de Sinaloa se
encuentran Ismael “El Mayo Zambada, Ignacio “Nacho” Coronel y
Juan José Esparragoza “El Azul”.
El imperio de “El Mayo”
Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los capos más perseguidos por
México y Estados Unidos, es un personaje con tres rostros diferentes: el de
benefactor, el de empresario y el del hombre enigmático que, en contraste con
otros narcotraficantes, se mantiene en bajo perfil.
Hasta hace unos años “El Mayo”
solía llegar cada diciembre a su pueblo natal El Álamo para repartir
cerveza y dinero en efectivo para que sus habitantes tuvieran “Feliz
Navidad”.
En Sinaloa por todos es sabido que a Zambada se le considera “el último
reducto de generosidad” que distinguió hasta hace algunos años de manera
palpable a varios jefes del narco.
Zambada ha trabajado principalmente para incrementar la producción de
heroína del cártel, a la vez que se ha consolidado como uno de los principales
contactos para introducir a Estados Unidos la cocaína proveniente de Colombia.
Su carácter siempre reservado lo ha llevado a mantenerse alejado de las
sangrientas disputas de poder entre sus contemporáneos, como el protagonizado
en los años 90 por el clan Arellano Félix contra su socio Joaquín “El
Chapo” Guzmán.
Las autoridades de EU y México también ofrecen recompensas por 5 millones de
dólares y 30 millones de pesos, respectivamente, por cualquier información que
derive en su detención.
“El Azul”, tres sexenios de operar
Juan José Esparragoza “El Azul” es uno de los pocos
narcotraficantes en México que se ha mantenido vigente por más de tres sexenios
y es el único capo en libertad de aquel grupo fundacional que se aglutinó en
Sinaloa alrededor del hoy fallecido Pedro Avilés “El León de la Sierra”, junto con
Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo “Don Neto”,
precursores de la organización que en los años 80 y 90 tuvo en Rafael Caro
Quintero y Amado Carrillo Fuentes a sus líderes.
Muchas versiones coinciden en que don Juan, como también se le identifica,
es un hombre conciliador, gentil, gran conversador y con un perfil de
negociador nato. Incluso las autoridades estadounidenses le atribuyen el
acercamiento en 2006 entre la extinta Federación y el cártel del Golfo para
acordar un alto a la ola de violencia en el norte del país.
Esparragoza
estuvo siete años encarcelado. Compartió encierro con Amado Carrillo, y
cuando en 1992 quedó en libertad comenzó la segunda parte de su carrera. Al
fallecido “Señor de los Cielos” lo unió el compadrazgo al apadrinar a
Juan Manuel, uno de los hijos de Carrillo; mientras que Ismael “El
Mayo” Zambada bautizó a uno de sus hijos.
Varias teorías sugieren que tras la muerte de Amado Carrillo, “El Azul”
asumió junto a Vicente Carrillo Fuentes “El Viceroy” el liderazgo del
cártel de Juárez. Otras sugieren que se alineó con “El Mayo” y
“El Chapo” para quitar de en medio a la organización de los Carrillo
Fuentes.
Sin embargo la
Procuraduría General de la República lo ubica, en
un cartel en el que se ofrecen 30 millones de pesos por información que lleve a
su captura, como uno de los líderes del cártel del Pacífico.
“Tormenta” en el golfo
Después de la captura de Osiel Cárdenas Guillén en marzo de 2003, su hermano
Antonio Ezequiel se convirtió en el sucesor, asumió el control del cártel del
Golfo y, un año después, logró imponerse a cabecillas de otras células como
José Eduardo Costilla “El Coss”, uno de los hombres fuertes de
“Los Zetas” y que buscaba el liderazgo de la organización.
La principal tarea a la en la que se ha enfocado “Tony
Tormenta” es mantener el poder del cártel en la llamada “frontera
chica”, zonas de Tamaulipas como Reynosa, Matamoros y el bastión de la
organización, Ciudad Miguel Alemán, que se disputan otros grupos de
narcotraficantes por tratarse de uno de los más importantes cruces de droga
para el mercado norteamericano.
En 2008 fue indiciado por las autoridades de EU como responsable de traficar
múltiples embarques de varias toneladas de mariguana y cocaína de México a ese
país, hechos por los que la DEA
ofrece una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que derive
en su detención.
El suplente del “Señor de los Cielos”
Vicente Carrillo Fuentes “El Viceroy” es el actual líder del
cártel de Juárez, una de las organizaciones criminales más antiguas de México
fundado, entre otros, por su hermano Amado Carrillo Fuentes.
Es considerado por las autoridades estadounidenses como un individuo
altamente peligroso y entre sus 46 cargos en el país del norte están la
posesión de mariguana y cocaína con intenciones de distribución, lavado de
dinero, sobornar a testigos, ordenar la muerte de personas para evitar sus
declaraciones ante las autoridades de EU, y asesinato.
Se dice que “El Viceroy” formó una alianza con Juan José
Esparragoza y que tras la muerte en 2004 de su hermano Rodolfo, mandó a matar
al interior de una prisión a “El Pollo” Guzmán, hermano del líder del
cártel de Sinaloa.
Su sobrino Vicente Carrillo Leyva, hijo del “Señor de los Cielos”
y detenido en abril de 2009, declaró ante la SIEDO que “El Viceroy” cuenta
actualmente con una célula de sicarios mayormente compuesta por ex militares,
siempre fuertemente armados y que están asociados con “Los Zetas”
para atacar y defenderse del cártel de Sinaloa.
El brazo armado y violento
Gran parte de la ola de violencia que se vive en el norte del país es
responsabilidad de la organización criminal denominada “Los Zetas”,
que operan como brazo armado del cártel del Golfo.
Esta sanguinaria agrupación fue fundada, entre otros, por Heriberto Lazcano
Lazcano, alias “El Lazca”, quien formó parte del Grupo Aeromóvil de
Fuerzas Especiales (GAFES), un grupo de élite del Ejército mexicano y que
posteriormente claudicó para ponerse al servicio del capo Osiel Cárdenas
Guillén.
Lazcano ocupaba el tercer puesto en importancia dentro de la organización,
pero tras la muerte de los sicarios conocidos como “Z-1” y
“Z-2” tomó el liderazgo de “Los Zetas”.
Del Golfo al Pacífico, “Lazca” es reconocido como un violento
asesino, de quien también se ha dicho que posee un rancho con leones y tigres a
los que suele arrojar algunas de sus víctimas, agentes federales, sobre todo.
 

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Liz Douret

Liz Douret

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