México.- “Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas” informó al mundo el Vaticano este sábado 31 de diciembre; quien fue el papa 265 de la Iglesia Católica dejó de existir tras problemas de salud que hasta el momento no se han precisado.
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De acuerdo al mensaje publicado en su cuenta de Twitter, Joseph Aloisius Ratzinger de 95 años de edad, dio su último respiro en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, en donde “Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, de acuerdo a lo declarado por el director de la oficina de prensa vaticana.
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Benedicto XVI pasa a la historia como el papa número 265 , elegido el 19 de abril de 2005 tras el deceso de Juan Pablo II; se mantuvo durante 8 años en el cargo hasta su renuncia un 28 de febrero de 2013 y asumió el título de Papa Emérito, con la intención de dedicarse a la oración y al retiro espiritual.
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Políglota: dominaba el alemán, inglés, italiano, francés y español, también portugués y latín, además fue quien “inauguró” la cuenta de Twitter del Vaticano y lo hizo muy popular entre las nuevas generaciones.
Joseph Ratzinger eligió el nombre pontificio de Benedicto XVI en homenaje a Benedicto XV. El Santo Padre explicó a los peregrinos la razón del nombre que eligió al ser nombrado Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia Universal.
“He querido llamarme Benedicto XVI para relacionarme idealmente al venerado pontífice Benedicto XV, que ha guiado a la Iglesia en un periodo atormentado por el primer conflicto mundial. Fue valiente y auténtico profeta de paz y actuó con extrema valentía desde el inicio para evitar el drama de la guerra y después al limitar las nefastas consecuencias”.
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Durante su periodo, habló incesantemente del tema de la reconciliación, manifestando el deseo de “poner mi ministerio al servicio de la reconciliación y de la armonía entre los hombres y los pueblos, profundamente convencido que el gran bien de la paz es sobre todo don de Dios, don frágil y precioso que debe ser invocado, tutelado y construido día tras día con el aporte de todos”.
“Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”, dijo a los 86 años cuando renunció al papado.
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En su época al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, algunos de los sobrenombres con que lo apodaron reflejan su férreo compromiso con la ortodoxia: se lo conocía como el “rottweiler de Dios” o el “cardenal Panzer”, era fuerte, direco, incisivo y sin temores a lograr lo que se proponía.
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