?México, D.F.- El gobierno de Hugo Chávez tiene presencia “considerable” en México
según un reporte de la Embajada de Estados Unidos filtrado por
Wikileaks, el cual también señala que funcionarios del presiente
venezolano “tienen contacto regular” con miembros del PRD, específicamente Ruth Zavaleta y miembros de la Facción Nueva Izquierda, del Partido Nueva Alianza (PANAL) y del Partido del Trabajo (PT).
Asimismo, el documento plantea que el gobierno mexicano estaba
preocupado por los objetivos reales del proyecto Misión Milagro puesto
en marcha a finales de 2005 mediante el cual, con ayuda de médicos
cubanos, el gobierno chavista financiaba en Caracas operaciones visuales
de mexicanos en zonas de bajos recursos.
De acuerdo con el cable, la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Embajada de Estados Unidos
veían riesgos que detrás del programa venezolano estuviera la intención
de adoctrinar a los beneficiarios a favor de la revolución bolivariana y
en contra de los intereses estadounidenses.
Según, la Cancillería mexicana planeaba endurecer el tratamiento a los
vuelos de la Misión Milagro procedentes de Caracas y quería que los
vuelos se registraran como líneas aéreas comerciales y pasar a través de
medidas de seguridad adecuadas al aterrizar en México en lugar de
entrar con permisos extraordinarios.
Las revelaciones indican que diplomáticos estadounidenses se
entrevistaron con Rafael Bernal Cuevas, por entonces subsecretario para
Sudamérica de la Secretaría de Exteriores mexicana, quien según el
reporte hizo una discreta referencia a la preocupación de México sobre
el componente ideológico del programa y dijo que cuando menos los
pacientes estaban volviendo a México con el mensaje de que el Gobierno
de Venezuela les proporcionaba un servicio que su propio Gobierno no
quería o no podía.
“Un informe de seguridad sensible sugiere que el Gobierno de México
estaba preocupado porque los pacientes de la Misión Milagro recibían
sesiones informativas pro-Venezuela y anti-EE UU como parte de su
estancia”.
Igualmente, los diplomáticos norteamericanos reportaron que el Centro
Nacional de Inteligencia de México (CISEN) tenía identificados a finales
de 2008 a unos 500 activistas bolivarianos de nacionalidad mexicana,
solidarios con Cuba, Venezuela y con las FARC, entre ellos Lucía Morett.
Estos nexos, habrían sido tratados detenidamente en reuniones por
funcionarios mexicanos junto con representantes de Colombia y de Estados
Unidos.
