Ciudad de México.- El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, se pronunció por mirar y trabajar hacia el futuro y no “empantanarse” en la persecución de presuntos corruptos del pasado; pero tampoco tratar de interferir ni tampoco frenar los procesos judiciales en curso.
“No es mi fuerte la venganza y no creo que sea bueno para el país el que nos empantanemos en estar persiguiendo a presuntos corruptos”, afirmó
En el marco del aniversario de la Revolución Mexicana y tras acudir a la colocación de una ofrenda floral en memoria de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, puntualizó que los procesos en curso habrán de proseguir pues, como demócrata que se define, de ninguna forma pretendería subordinar en sus facultades y funciones al Poder Judicial o al Legislativo.
“…procesos que se han iniciado por delitos de corrupción, todo lo que está en curso se tiene que concluir y la autoridad competente tiene que resolver”, advirtió.
Agregó que en estricto sentido y si “somos honestos, tendríamos que empezar por los de arriba y no sólo los de ahora, de tiempo atrás, porque esta crisis no es del mes pasado, del año pasado, de este sexenio; ya lleva tiempo”.
En este sentido, compartió su visión hacia el futuro, “eso es lo que se está planteando, decirle al pueblo de México: punto final; que se acabe la historia trágica, horrenda, de corrupción, de impunidad, que se acabe la política antipopular, entreguista”.
Precisó que se trata de iniciar una nueva etapa, a partir de la cual no habrá perdón y en la que se pondrá bajo la lupa y en manos de la justicia al propio presidente de la República en caso de incurrir en actos de corrupción, lo mismo que a funcionario y sus familiares “y que se destierre la corrupción de México para siempre”.