?Múzquiz.- Pese a que el plan DN-III se ha aplicado a la contingencia ocurrida en el norte de Coahuila, brigadistas de la Comisión Nacional Forestal y el Ejército Mexicano trabajan en condiciones precarias en los campamentos. Sin teléfono ni señal de celular y expuestos a golpes de calor por las altas temperaturas y a la posibilidad de sufrir un accidente en el monte, trabajan de 7:00 horas hasta caer la tarde. Esto es un reflejo, comentaron, de la situación que se vive en los distintos frentes. En recorrido realizado por VANGUARDIA en la zona de conflicto, se constató que en Rancho Las Pilas, propiedad
de Guillermo Osuna, hay un campamento de 40 elementos de Caballería de
la Sedena provenientes del 14 Regimiento Militar equipados con tres
Hummer´s, además de 16 brigadistas de Conafor, cuatro jefes de brigada y
un voluntario; se espera que en los próximos días lleguen 60 militares
más. En el lugar no cuentan con servicios
médicos ni letrinas, por eso hay fecalismo al aire libre a pocos metros
del campamento y un cuarto improvisado con lámina donde se bañan a
cubetazos. De hecho, al caer la noche los olores de
orina y heces fecales llegan hasta el campamento, que se ha convertido
en un basurero de distintos tipos de desechos. Los brigadistas
duermen y comen cerca de gallinas y cerdos, no tienen comunicación con
el exterior ni vías terrestres adecuadas en caso de ocurrir un accidente
de consecuencias fatales. La brigada de Protección Civil de
Gobierno del Estado tiene un campamento con un inspector, quien está a
cargo de suministrar medicamento y botiquín de primeros auxilios, pero
no cuenta con vehículo oficial para trasladarse en caso de emergencia. Territorio hostil Para
llegar a Las Pilas, que es uno de los puntos más cercanos a Múzquiz, es
necesario recorrer 100 kilómetros de terracería, 70 de carretera y
cruzar siete arroyos en un vehículo pesado. Es recurrente que
en el camino queden personas varadas por horas, como le sucedió a
Rolando Báez, guía contratado por Ifood, empresa que suministra
alimentos a los campamentos. Báez, de 60 años, ha estado casi
toda su vida en la sierra, dice que el monte es cruel. Cuando ha quedado
sin ayuda ha tenido que esperar hasta un día para ver a alguien en el
camino. Ubaldo Mora llegó de Nayarit el 12 de abril como
brigadista de Conafor y hasta ayer su familia no sabía nada de él, si no
es porque un amigo que conoció en el monte bajó a Múzquiz. Y
como él toda la brigada de ?Los Coras?, quienes salieron de su tierra
con la esperanza de obtener unos pesos extras por el combate en el
incendio. Ayer se incorporaron 26 jornaleros de Torreón para
apoyar los trabajos en Las Pilas y El Infante, además de 9 más
provenientes de Cuatrociénegas para Rancho Los Caballos, informó
Protección Civil del Estado. Hasta el día en que VANGUARDIA
estuvo en este campamento, la persona asignada por parte de Protección
Civil del Estado, llevaba cuatro días sin comunicación con sus
superiores ni había sido relevado para su descanso y su función
principal era suministrar medicamento para dolores de cabeza o
enfermedades gastrointestinales.
Abandona Federación a brigadistas en Coahuila
Combatientes requieren de mayores apoyos para mantener el combate contra el fuego
Fuente: Internet