Estados Unidos.- La captura de Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante sinaloense Joaquín “El Chapo” Guzmán, ha provocado en Sinaloa un escenario de violencia desde la madrugada de este jueves 5 de enero, rememorando a los ciudadanos el trágico hecho del pasado 17 de octubre de 2019. Aunque su detención y actual traslado es el tema de conversación tanto de los noticieros nacional e internacional durante las últimas horas, Estados Unidos evade hablar del asunto con los medios locales o hacer algún comentario de los hechos públicamente.
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Aun si Guzmán López es considerado por el gobierno estadounidense como uno de los más buscados y fichado hasta este día bajo la leyenda de “capturado”, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, solo realizó breves comentarios respecto a los sucesos que está viviendo Sinaloa a través de una rueda prensa, pidiendo a los estadounidenses tomar precauciones si están en el estado mexicano, al igual que el Gobierno de Sinaloa pidió a la población permanecer bajo refugio. Sin embargo, al ser cuestionado sobre el arresto de Ovidio, Ned Price respondió:
“No puedo comentar nada sobre el tema. He visto los reportes, pero dejo a las autoridades mexicanas que den los detalles”.
Price aseguró que el Gobierno estadounidense sigue de cerca los reportajes en esta ola de violencia desatado en Culiacán y otras partes de Sinaloa, como bloqueos, quema de vehículos y balaceras suscitadas.
“Les instamos a que sigan los noticieros locales para seguir las instrucciones que den las autoridades locales”, dijo el portavoz.
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Siguiendo a los hechos, la detención tuvo lugar comunidad de Jesús María, en Culiacán, en un operativo realizado por las autoridades mexicanas en el que detectaron un grupo de vehículos sospechosos alrededor de las 4:00 horas, donde uno de los primeros videos circulados en internet fue de un helicóptero que disparaba desde el cielo todavía oscuro. A pesar de haber atrapado a Guzmán López, tiempo después ocurrieron sucesos donde diversos grupos de hombre armados aparecieron para ejercer presión y liberarlo.
No obstante, fue trasladado desde el punto de captura en aeronaves de la Fuerza Aérea hasta la Ciudad de México, específicamente a las instalaciones de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada, para ponerlo a disposición del Ministerio Público Federal, el cual determinará su situación jurídica.
