Kenia.- El mundo entero permanece estupefacto por la tragedia ocurrida en Kenia, donde decenas de personas ayunaron hasta morir luego de que la secta a la que pertenecían les indicara que solo así “se encontrarían con Jesucristo”. Sin embargo, las muertes parecen estar lejos de terminar, pues este jueves se confirmó que ya son 103 el número de víctimas fatales.
La prensa internacional ha informado que hasta el día de hoy continúan las exhumaciones en busca de más cadáveres en un bosque, donde el pastor y sus colaboradores habrían enterrado a quienes fallecieron en medio de su ayuno prolongado.
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La comisionada regional de policía de la Costa keniana, Rhodah Onyancha, confirmó que la cifra ascendió a 103 después de que se desenterraran cinco cuerpos en un bosque próximo a la localidad de Shakahola, a unos setenta kilómetros de la turística urbe de Malindi, calificando el caso como un asunto de “terrorismo”.
Por otra parte, la funcionaria detalló que la policía de Kenia detuvo al pastor líder de la secta, identificado como Ezekiel Odero, mismo que “está siendo procesado para enfrentarse a cargos penales relacionados con la matanza masiva de sus seguidores”. Este será interrogado durante la noche y se espera que comparezca ante el tribunal el próximo viernes.
Además, la megaiglesia de Odero, la Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas, se encuentra en el condado de Malindi, donde otro pastor, Paul Mackenzie, está siendo investigado por ordenar a sus seguidores que ayunen hasta la muerte.
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Cabe recordar que, en la última semana, la policía ha estado exhumando cadáveres en un rancho propiedad de Mackenzie, donde se trasladó en 2019 tras cerrar su iglesia en Malindi. Como parte de la mudanza, supuestamente vendió su canal de televisión a Odero, siendo este muy popular en los hogares keniatas y el cual ha llevado a que la gente viaje desde todo el país para visitar su iglesia.