Roma.- El Papa emérito Benedicto XVI, de 95 años, que en 2013 se convirtió en el primer pontífice en 600 años en renunciar a su cargo, está “muy enfermo”, así lo dio a conocer Su Santidad el Papa Francisco.
El Vaticano dijo más tarde en un comunicado que Benedicto sufrió un repentino “empeoramiento” de su salud en las últimas horas.
También mencionaron que todo está bajo control, recibiendo las debidas atenciones médicas adecuadamente.
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“Quisiera pedirles a todos una oración especial por el Papa emérito Benedicto, que, en silencio, sostiene a la Iglesia”, dijo el Francisco a través de su cuenta oficial de Twitter. Acordémonos de él. Está muy enfermo, pidiendo al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia, hasta el final”, puntualizó en su texto el sucesor de Benedicto.
El Vaticano precisó que el teólogo alemán está bajo vigilancia médica y que recibió la visita de su sucesor, el papa Francisco.
“En el curso de las últimas horas, ha habido un agravamiento, debido a su avanzada edad. La situación está de momento bajo control, seguida en permanencia por los médicos”, mencionó la institución católica.
Francisco, visitó al expontífice poco después de su audiencia general, ha elogiado a menudo a Benedicto, diciendo que era como tener un abuelo en casa. Pero la presencia de dos hombres vestidos de blanco en el Vaticano ha ocasionado una serie de problemáticas.
Los conservadores consideran al anterior Papa como su abanderado y algunos ultratradicionalista incluso se han negado a reconocer a Francisco como el Sumo Pontífice que tiene la iglesia actualmente.
Hasta hace unas semanas, quienes habían visto a Benedicto afirmaban que su cuerpo estaba muy acabado y su apariencia, pero su mente muy activa.
Desde su renuncia, Benedicto vive en un antiguo convento dentro de los jardines del Vaticano, con su secretario, el arzobispo Georg Ganswein, y algunos otros ayudantes y personal médico.