Estados Unidos. En una decisión que marca un cambio de rumbo en su estrategia de gasto, el Pentágono ha anunciado recortes significativos en partidas que considera innecesarias e ineficientes. Con un total de 580 millones de dólares eliminados, el Departamento de Defensa apunta a optimizar sus recursos y enfocarlos en áreas clave para la seguridad nacional.
Una de las primeras medidas involucra el proyecto de desarrollo del software del Sistema de Gestión de Recursos Humanos Civiles de Defensa (DCHRMS), un programa que ha sufrido retrasos de hasta seis años y un exceso de presupuesto de más de 280 millones de dólares.
A pesar de ser considerado un esfuerzo crucial para mejorar los procesos internos, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, destacó que continuar invirtiendo en este proyecto sería un uso irresponsable de los fondos públicos, ya que su finalización aún está a años de distancia.
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El Pentágono también ha revisado más de 360 millones de dólares destinados a subvenciones de investigación y programas de desarrollo en áreas como diversidad, inclusión, cambio climático y respuesta a la pandemia de COVID-19. Aunque estos proyectos han sido relevantes en otros momentos, no se consideran prioritarios en el contexto de las actuales necesidades de defensa.
Además, Hegseth subrayó que 30 millones de dólares en contratos con consultoras externas para cuestiones consideradas “no esenciales” también serán eliminados. Este recorte forma parte de un esfuerzo más amplio por eliminar los gastos innecesarios y enfocar los recursos en objetivos que fortalezcan la seguridad y defensa del país.