ROMA.- Joseph Aloisius Ratzinger fue elegido como el papa número 265 el 19 de abril de 2005, a tan solo un par de días de la muerte del ahora santo Juan Pablo II.
Como papa, a Ratzinger se le conoció con el nombre de Benedicto XVI, quien ocupó el cargo desde su elección en 2005 hasta su polémico retiro que ocurrió en el 2013. El papa emérito Benedicto XVI murió el 31 de diciembre en la Ciudad del Vaticano a la edad de 95 años, luego de complicaciones en su salud, debido a su avanzada edad.
¿Por qué motivo cambian los nombres a los papas?
Para responder a esta cuestión, se deben de tener muy claras las siguientes situaciones:
1) Los cardenales elegidos como papas escogen su nombre son absoluta libertad.
2) No hay una norma oficial que dicte cómo debe ser la elección del nombre, sino que es una tradición que fue cobrando fuerza desde siglos atrás.
La enciclopedia Britannica señala que el primer sumo pontífice que decidió cambiar su nombre fue el papa Juan II, pues consideraba su nombre original, Mercurio, como pagano y, en su lugar, se decantó por el nombre de Juan en referencia al papa Juan I.
Juan II ocupó el cargo del año 533 al 535, en el siglo VI. Desde entonces, la tradición de que los papas elijan otro nombre diferente al original fue teniendo una tradición en la grey católica, pero se consolidó finalmente a mediados del siglo XI, de acuerdo con la iglesia católica St. Catherine of Siena (en Georgia, Estados Unidos).
¿Por qué Joseph Ratzinger eligió el nombre de Benedicto XVI para su papado?
Haciendo un paréntesis, los papas eligen su nombre de forma libre, ya sea uno en referencia de algún pontífice del pasado con el que se sientan identificados o uno nuevo jamás usado anteriormente (como en el caso del papa Francisco).
Ratzinger eligió Benedicto, según sus propias palabras de acuerdo con un medio, por este motivo: “He querido llamarme Benedicto XVI para relacionarme idealmente al venerado pontífice Benedicto XV, que ha guiado a la Iglesia en un periodo atormentado por el primer conflicto mundial. Fue valiente y auténtico profeta de paz, y actuó con extrema valentía desde el inicio para evitar el drama de la guerra y después al limitar las nefastas consecuencias”, según las palabras del ahora fallecido expontífice.