Washington.- La matanza de la escuela de Columbine,
en Littleton (Estados Unidos.) , donde 13 personas murieron y 23
resultaron heridas a manos de dos estudiantes que después se suicidaron,
sigue generando dolor y también imitadores trece años después.
La Policía española anunció hoy la detención de un joven estudiante de electrónica de 21 años, identificado como Juan Manuel M.S., que pretendía atentar contra la Universidad de Baleares
con 140 kilos de explosivos adquiridos por Internet, para emular a sus
“ídolos”, Eric Harris y Dylan Klebold, los autores de la matanza de
Columbine.
Harris y Klebold tenían 17 y 18 años cuando el 20 de abril de 1999, con
una carabina y una pistola automáticas y dos escopetas con caño
recortado, convirtieron las aulas de la escuela de Columbine en un
infierno.
Los dos jóvenes emplearon un año en elaborar su macabro plan y la fecha
elegida para ponerlo en práctica, que no por casualidad es la del
cumpleaños de Adolf Hitler, se presentaron en la escuela, Harris, con
una camiseta en la que se leía en inglés “selección natural”, y Klebold,
con una con la palabra “ira” impresa.
Llevaron a la escuela bombas de fabricación casera que colocaron en la
cafetería y dejaron otras en sus respectivos automóviles.
Después se sentaron a esperar que el estallido de las bombas, que
hubiesen matado a cientos de personas, hiciera que la gente huyera
despavorida del edificio para entonces fusilarles.
Como las bombas no estallaron, Klebold, con penas de amor y deprimido, y
Harris, quien se creía Dios y anhelaba que se reconociese la
inferioridad de todos los demás, volvieron al edificio y abrieron fuego
contra quien se cruzó en su camino.
La matanza generó un nuevo movimiento en favor de un mayor control de
las armas para evitar sucesos similares que no llegó a cuajar como para
que se legislara en este sentido, ya que los defensores de las armas en
EE.UU. consideran que es un derecho constitucional.
La historia de Harris y Klebol cobró mayor notoriedad con el documental
del cineasta Michael Moore, “Bowling for Columbine”, por el que ganó un
Oscar.
El odio y el desprecio hacia sus compañeros, al igual que el joven
español detenido en las Islas Baleares (este de España), fueron los
motivos que llevaron a los estudiantes estadounidenses a planear la
matanza, según revelaron los documentos obtenidos en la investigación,
que la policía hizo públicos en 2006.
“Una vez que comience a matar…ténganlo presente…hay probablemente
unas 100 personas en la escuela que no quiero que mueran. El resto debe
morir”, escribió Harris en su diario personal en octubre de 1998.
“Los odio por excluirme de tantas cosas. Los odio y será mejor que me
tengan miedo” , “¡Odio! Estoy lleno de odio y me encanta. La naturaleza
humana de la gente es su muerte”, añadió.
Eligieron el día del cumpleaños de Adolfo Hitler para efectuar su
matanza, estaban obsesionados por las armas de fuego, las bombas, los
asesinatos y los nazis.
Los documentos revelaron que habían estudiado exhaustivamente las leyes
federales y estatales para adquirir armas legalmente, incluso en un
ensayo presentado a sus profesores, Harris señaló que esas leyes tenían
muchos “resquicios” y eso suponía que “los criminales que deseen tener
armas tienen buenas posibilidades de conseguirlas”.
Ambos se sentían fascinados por las armas y en otro trabajo escolar
Harris apuntó que “sería tan fácil llevar un arma cargada a la escuela
como entrar a ella con una calculadora” , mientras que Klebold escribió
un cuento para su clase de inglés en el que un hombre mata a nueve
estudiantes con pistolas automáticas.
Además, en una agenda de actividades, Klebold planificó minuto a minuto
la matanza, comenzando con un encuentro con su cómplice a las seis de la
mañana del 20 de abril. “10:30 a.m. ‘preparación’, 11:12 a.m.’entrar en
acción’ y 11:16 a.m. ‘!Ja Ja Ja!'”.
Posteriormente se encontró un calendario escolar en el que anticipaba lo
que iba a ocurrir: “Bombas, usar bombas… fuego de cobertura…
retirada…apuntar a la cabeza…suicidio”.
El joven español, que fue vigilado durante cinco meses, manifestó
simpatía por los asesinos de Columbine y en su blog incluía secciones en
las que relataba idénticos gustos musicales, su afición por las armas,
su indumentaria e incluso su aislamiento social.
El comportamiento de los asesinos de Columbine fue objeto de estudios
para tratar de determinar qué les impulsó a perpetrar la masacre y sigue
siendo un misterio por qué quisieron morir así.
Las medidas adoptadas para el control de las armas de fuego en las
escuelas, los programas de atención psicológica para los adolescentes y
la reflexión de políticos y ciudadanos no ha impedido que desde 1999
hayan ocurrido otros ataques en escuelas de Estados Unidos.
Cuatro días antes del octavo aniversario de la matanza en Columbine, el
estudiante Seung-Hui Cho, pertrechado con una pistola automática Glock y
otra Walther 22, mató a 33 personas en los alrededores de la
Universidad Politécnica de Virginia, y se suicidó.
El pasado abril, siete personas murieron y tres resultaron heridas en un
tiroteo en una universidad privada en Oakland (California) , perpetrado
por One Goh, de 43 años y origen coreano, un antiguo alumno del centro
“enfadado” por el trato recibido por una empleada.CHG