Bruselas.- Durante este fin de semana, el continente europeo se ha visto rodeado de protestas de los ciudadanos de los diferentes países, quienes se pronuncian en contra de las nuevas medidas adoptadas por los gobiernos con el fin de frenar el alarmante aumento de casos de COVID-19.
Las manifestaciones se han tornado violentas e incluso se ha requerido el uso de la fuerza pública para dispersar las congregaciones de las miles de personas que se han hecho presentes en las calles.
Tal es el caso de Bruselas, y según reporta el diario El País, los disturbios fueron subiendo de tono de parte de quienes se oponen a que el pasaporte de vacunación tenga que ser presentado, desde octubre pasado, para poder entrar a establecimientos como cafeterías, edificios de administración y empresas en general; así como también la obligación de vacunarse.
Ahí, después de que los manifestantes lanzaran diversos objetos y quemaran contenedores de basura, la policía usó cañones de agua y también gases lacrimógenos; también se advirtió sobre la detención de quienes hicieran desmanes.
El sábado, miles de personas marcharon, también en Austria, Croacia, Dinamarca y los Países Bajos, con la misma intención, reprobar las medidas de prevención del contagio del virus.
Estas protestas se dan en medio de la alerta que, de nueva cuenta lanzó la Organización Mundial de la Salud a Europa, asegurando que, si no se detiene la pandemia, para marzo del 2022 habrá muerto otro medio millón de personas por complicaciones.