Israel. Tras el ataque aéreo por parte del ejército israelí, en el que murieron decenas de palestinos, el primer ministro Benjamín Netanyahu aseguró que se trató de un incidente trágico, el cual no pretendía causar víctimas civiles, por lo que será investigado hasta las últimas consecuencias.
“En Rafah evacuamos a más de un millón de residentes no combatientes, a pesar de nuestro máximo esfuerzo por no dañar a los no combatientes, algo salió trágicamente mal, por desgracia”, añadió Netanyahu.
Ante las familias de los rehenes de Hamás, el primer ministro señaló que no tiene intención alguna de poner fin a la guerra sobre la Franja de Gaza.
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“Quienes dicen que no están preparados para resistir la presión levantan la bandera de la derrota, seguiré luchando hasta que se levante la bandera de la victoria. No tengo intención de poner fin a la guerra antes de que se hayan alcanzado todos los objetivos”, aseguró el mandatario.
El Ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamás informó que al menos 45 personas murieron, entre ellas mujeres y niños, y decenas resultaron heridas tras un ataque israelí en un campo de refugiados cerca de Rafah, en Gaza.
Por su parte el ejército israelí afirmó que llevó a cabo un ataque aéreo dirigido contra un complejo de Hamás en la zona en el que murieron dos de sus dirigentes y dijo que estaba “investigando las circunstancias de las muertes de civiles en el área”.