Estados Unidos. Con solo un mes restante en la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden encara una apretada agenda de medidas clave, tanto en política interna como externa, antes de la transición de poder a Donald Trump, quien se espera revierta gran parte de su legado. Entre las prioridades de Biden destacan esfuerzos para asegurar un alto el fuego en Gaza, liberar rehenes estadounidenses, aumentar la ayuda a Ucrania, indultar a criminales no violentos y perdonar deudas estudiantiles. Además, se enfoca en impulsar la producción de chips semiconductores y bloquear la venta de U.S. Steel a compradores extranjeros.
Las guerras prolongadas en Gaza y Ucrania han marcado su presidencia y dominado su política exterior. En Gaza, donde más de 45 mil personas han muerto, Biden ha intensificado los esfuerzos diplomáticos para lograr un alto el fuego, aunque los resultados previos han fracasado.
En Ucrania, la administración se apresura a enviar más armas por temor a que Trump, con quien comparte una relación cercana con el presidente ruso Vladimir Putin, reduzca el apoyo a Kiev una vez asuma el cargo. Además, Biden podría intentar cerrar un acuerdo de seguridad con Arabia Saudí, aunque las negociaciones con este país se han complicado debido a su rechazo a normalizar relaciones con Israel.
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En el ámbito interno, Biden se enfoca en distribuir los fondos restantes de su histórica legislación sobre inversiones, que incluye la financiación para Internet de alta velocidad en los estados. También se prepara para anunciar un tope de dos mil dólares en los costos de los medicamentos para los beneficiarios de Medicare, y buscará la confirmación de jueces federales hasta el último momento de su mandato.
Un tema clave es la venta de U.S. Steel, la cual podría ser bloqueada por motivos de seguridad nacional, en un esfuerzo por preservar la manufactura estadounidense.
El presidente también está acelerando la implementación de su agenda verde, con la publicación de directrices fiscales para proyectos de hidrógeno y colaboraciones con la UE para bloquear las emisiones de metano. Además, el Departamento de Comercio avanza rápidamente con los fondos de la Ley CHIPS para fortalecer la producción de semiconductores en Estados Unidos una política que podría enfrentar resistencia bajo la administración de Trump.