Gales, Reino Unido.- Justine Jianikos, de 30 años, dice que le han “robado la vida” luego de que tardaron siete meses en diagnosticarle un cáncer de mama que se ha extendido a otras partes de su cuerpo.
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La madre de tres niñas, tiene un tipo de cáncer de mama muy agresivo, que ha hecho metástasis hacia su columna vertebral, sus pulmones y ganglio linfático, detalló el tabloide británico South Wales Argus.
Justine visitó a su médico de cabecera en marzo del 2020 cuando comenzó a mostrar los primeros síntomas. No obstante, en aquel entonces solo le hicieron algunas pruebas y el problema no se investigó más.
Dos meses después, en mayo, la mujer notó un bulto no muy grande cerca de su seno. A raíz de eso, su doctor la redirigió a una clínica especializada en cáncer de mama, donde le dijeron que era “algo sin importancia”, según reseñó El Mundo.
Otros bultos fueron apareciendo a medida que avanzaba el tiempo, por lo que en septiembre Justine decidió acudir nuevamente a su doctor, quien la envió por segunda vez a la clínica de patología mamaria.
No obstante, aunque era su segunda referencia cuando Justin solicitó una cita a comienzos de octubre del año pasado, le respondieron que había una lista de espera de tres meses.
Finalmente, los resultados de su biopsia confirmaron que Justine, quien además está comprometida, padece un cáncer de mama triple negativo en etapa cuatro.
“Es incurable, así que tengo el tiempo prestado”, dijo. “Estoy conmocionada y muy enojada, en esta época, con la tecnología que tenemos, esto no debería estar sucediendo”, agregó la mujer.
“Si todo se hubiese aclarado antes, mi oncólogo confía en que habría habido un mejor resultado” sentenció la madre, que ha decidido crear conciencia sobre el cáncer de mama.
Justine recientemente se sometió a su penúltima ronda de quimioterapia. “Mientras pueda despertar y preparar el desayuno a mis niñas, no necesitan saber más”, dijo a BBC.
La mujer actualmente escribe una carta diaria a sus hijas Josie de 9 años, Halle de 6 y Ruby de 5, para poder compensarles en el futuro el triste hecho de que no podrá acompañarlas mientras crecen.
Ahora su familia realiza una campaña para poder recaudar 100,000 dólares que le permitirán a Justine Jianikos acceder a un tratamiento privado que por los momentos solo es aplicable en los Estados Unidos.