Israel. Tras el ataque registrado el pasado sábado 30 de marzo en la localidad de Ramish, al sur de Líbano, donde tres miembros de la Fuerza Interina de Naciones Unidas y un conductor resultaron heridos, el Gobierno de Israel señaló a la milicia libanesa Hezbolá como autor del ataque.
Con estas declaraciones, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se deslindan de las acciones en contra de los “cascos azules”, y señaló que en el lugar del ataque Hezbolá ha intercambiado disparos con el ejército israelí al otro lado de la frontera.
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Según el FDI, los cuatro miembros de FINUL resultaron heridos cuando realizaban un patrullaje a pie por el sector de la Línea Azul, que delimita de facto el territorio de Israel y Líbano.
En su momento, las fuerzas israelíes afirmaron que según la información disponible, la patrulla de la FINUL activó una carga que fue colocada previamente por Hezbolá. Sin embargo, el Gobierno libanés responsabilizó a Israel por este hecho.
El portavoz de la FINUL, Andrea Tenneti, aclaró este miércoles que, tras las una fuerte investigación, parece evidente que la patrulla de FINUL no fue objetivo directo o indirecto de un ataque, sugiriendo que no hubo ni proyectiles de artillería ni drones implicados.
