Bogotá.- El
presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, cardenal Rubén
Salazar, afirmó en una entrevista que publica hoy el diario El Tiempo que
la Iglesia católica no se siente excluida del proceso de paz que
protagonizan en Cuba el gobierno colombiano y la guerrilla de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“No tenemos por qué ser negociadores ni mediadores, nuestro trabajo va
en la línea con la comunidad, con el país y no con una mesa de
negociación. No nos sentimos excluidos, en lo absoluto. Se hace lo que
se debe hacer, no tendríamos por qué tener una voz cantante en ese
proceso”, dijo Salazar, que además es arzobispo de Bogotá, informó DPA.
“Desde el primer momento se advirtió que las conversaciones no iban a
ser a la luz pública, sino de una forma discreta y silenciosa. Poco
sabemos qué es lo que sucede dentro de las discusiones, solo sabemos que
continúan y que de pronto van por buen camino, y que las pocas
declaraciones dadas llevan un poco a tener esperanza”, señaló.
El cardenal afirmó que la oportunidad que tiene Colombia para acabar con
un conflicto de cinco décadas de duración “difícilmente se puede volver
a dar” tanto para el país como para las FARC.
“Para las FARC sería la manera más conveniente de terminar un conflicto
del que, si no salen en este momento por la puerta grande después de
llegar a un acuerdo con el gobierno, difícilmente van a tenerlo de
nuevo”, expresó.
Asimismo, dijo que el tema de los secuestrados es “doloroso”, en medio
de las peticiones del gobierno y de las familias de las víctimas para
que todos rehenes sean liberados y de los frecuentes pronunciamientos de
las FARC en el sentido de que no tiene personas retenidas con fines
económicos.
“Es un punto muy doloroso, comenzando por la poca claridad de las FARC, y
eso lo hemos visto con esas declaraciones encontradas y contradictorias
de ellos. El hecho es que hay secuestrados. La invitación es a que los
liberen ya”, puntualizó Salazar.
El gobierno y las FARC iniciaron acercamientos secretos a comienzos de
este año en Cuba y acordaron instalar formalmente un proceso de paz el
18 de octubre en Oslo, tras lo cual trasladaron las negociaciones a La
Habana.NE