Islandia.- Un intenso enjambre sísmico sacudió el pasado sábado 2 de marzo a la región de Grindavik, en Islandia, lo que aumentó las probabilidades de erupción volcánica y obligó a las autoridades a evacuar a miles de personas en los pueblos aledaños, tratando de evitar así un posible escenario catastrófico.
Según la Oficina Meteorológica de Islandia, la actividad sísmica de esta zona inició en punto de las 15:55 (horario local) y su mayor actividad se originó en la zona sur de la gigantesca fisura volcánica, la cual ha intensificado su actividad desde diciembre de 2023.
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Ante tan situación, las autoridades emitieron una alerta naranja y determinaron evacuar a toda la población de Grindavik, Svartsengi y Blue Lagoon, por lo que se calcula que en total fueron reubicadas alrededor de 5 mil 800 personas, quienes tuvieron que ser trasladadas a albergues en ciudades cercanas a bordo de autobuses.
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Más tarde, la Agencia Meteorológica de Noruega – la cual monitorea dicha zona de Islandia – informó que al corte de las 18:45 horas todavía no se tenían reportes de que el magma hubiera llegado a la superficie, sin embargo, se pudo constatar una deformación en la superficie en distintas zonas de la fisura volcánica, por lo que se confirmó que debajo del terreno sigue activo el flujo de magma.
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Hasta el momento se desconoce hasta cuándo se mantendrá el estado de emergencia o cuándo podrán regresar las personas a sus hogares, aunque parece improbable que estas puedan retornar a una vida común, ya que en los últimos meses la actividad de esta zona volcánica ha sido insostenible.
