Tokio, Japón.- Robots capaces de realizar labores de rehabilitación, comunicación
y hasta peluquería se dieron hoy cita en Tokio, donde una feria dedicada a
estos dispositivos mecánicos muestra lo último de un sector que, pese a la
crisis, mantiene su pujanza en Japón.
Aunque aquellos androides con cualidades casi humanas adelantados por la
ciencia
ficción son todavía cosa del futuro, la Semana del Robot inaugurada hoy
demuestra que éstos son cada vez más complejos, más precisos y capaces, muchas
veces, de llegar donde no llega el hombre.
Entre las más de 60 empresas participantes se mostraron avances como el
de las manos robóticas, que de los toscos dedos mecánicos de hace unos años han
pasado a ser réplicas de las humanas capaces de emular a la perfección
sus movimientos, agarrar objetos o pulsar botones.
Entre las compañías especializadas en este tipo de tecnología está la nipona
THK, que recientemente colaboró con la agencia espacial de Japón (JAXA) para
llevar una de sus manos robóticas al espacio exterior.
En el llamado módulo “Kibo”, un laboratorio de la Estación Espacial
Internacional, THK ha implantado un sistema de dos dedos capaces de agarrar y
mover objetos para hacer experimentos, explicó a Efe un portavoz de la
compañía.
La Semana del Robot también enseña dispositivos industriales capaces de colocar
piezas más rápido y con más precisión que hace años, pero los que más atención
del público atraen son sin duda los dedicados a hacer más fáciles las tareas de
la vida cotidiana.
Panasonic, por ejemplo, ha desarrollado un nuevo sistema de lavado de cabello
para ser utilizado en las peluquerías: se trata de una especie de casco
controlado por ordenador que vierte agua, jabón, masajea, aclara e incluso seca
el pelo de los clientes.
“Todavía es un prototipo, pero lo pusimos a prueba en una peluquería de
Kansai (centro de Japón) y quienes lo probaron dijeron que es muy confortable.
Esperamos venderlo dentro de unos años”, aseguró a Efe uno de los
responsables del proyecto.
Para quienes no puedan leer una pantalla de ordenador por falta de vista o de
tiempo, la compañía Fujisoft ha dado vida a “Palro”, un pequeño
robot-androide capaz de conectarse a internet y recitar en voz alta las
novedades del portal de noticias Yahoo.
De momento “Palro” solo “lee” y “habla” japonés y
se vende en su país natal por unos 300 mil yenes (unos 50 mil 400 pesos
mexicanos), aunque Fujisoft no descarta llevarlo a otros mercados en un futuro.
Como en ocasiones anteriores, buena parte del espacio de la feria está dedicado
a los robots de asistencia y rehabilitación, un mercado creciente en el
envejecido Japón, donde hay más de 30 millones de personas mayores de 65 años.
Consciente de las necesidades de este sector, la Universidad de Waseda, en
Tokio, ha creado a “Tocco”, un robot-peluche con forma de oso panda
dedicado a asistir a quienes necesitan hacer ejercicios de locomoción o
rehabilitación.
Con tono autoritario, este panda conectado a una cámara y a un ordenador
analiza los movimientos locomotores del paciente y le da órdenes como
“subir más la pierna” o “pasar al siguiente movimiento”, a
veces acompañadas de gestos elocuentes.
Sus creadores afirman que para las personas ancianas es más entretenido hacer
los ejercicios a través de un muñeco de este tipo, y consideran que puede ser
útil en hospitales o centros de rehabilitación.
En la misma línea está “Paro”, una foca de peluche pensada como
“animal” de compañía que reacciona a estímulos y que ya es habitual
desde hace años en todas las ferias de robótica de Japón, a las que acude en
versiones cada vez más perfeccionadas.
Sillas de ruedas “todoterreno” más fáciles de manejar, robots
fabricados con módulos que pueden montarse a modo de “lego” según las
necesidades, dispositivos submarinos o ingenios para tareas de rescate se
exhiben también estos días en la capital nipona.
Según el Ministerio de Comercio e Industria, se espera que la producción de la
industria robótica japonesa alcance para el año 2020 cerca de 2.9 billones de
yenes (unos 470 mil 700 millones de pesos mexicanos), y para 2035 se dispare a
unos 9.7 billones de yenes (un billón 580 mil millones
de pesos mexicanos).IN