China. El pasado jueves, el Gobierno Chino ejecutó a una maestra de nivel básico luego de que en 2019 colocó nitrato de sodio en el alimento servido a 25 niños en el Preescolar Mengmeng donde desafortunadamente un menor perdió la vida. La mujer, de 40 años de edad, identificada como Wang Yun permaneció tras las rejas hasta que fue sentenciada y ejecutada.
Medios locales confirmaron que 24 niños lograron recuperarse, sin embargo, uno de ellos murió de atrofia múltiple tras 10 meses de tratamientos.
Se comprobó que la maestra había comprado nitrito de sodio, que es producto químico usado sobre todo para la conservación y anti oxidación de las carnes y embutidos, pero que en dosis elevadas puede ser muy tóxico.
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Este mismo lo utilizó en la guardería donde trabajaba para vengarse de un profesor con el cual había tenía una discusión.
La autoridades no lograron establecer si la maestra solo quiso enfermar a su esposo y a los alumnos. Inicialmente fue sentenciada a nueve meses de cárcel por causar daños corporales, pero la pena fue luego cambiada a muerte.
La pena de muerte es una condena común en China y aunque conocer los datos oficiales sobre esta práctica es tarea difícil, ya que las autoridades chinas no facilitan estos datos, se estima que en 2022 “se llevaron a cabo miles de ejecuciones”, según una Organización No Gubernamental de defensa de los derechos humanos.
