Río de Janeiro.- Uno de los propietarios de la discoteca Kiss de
la ciudad brasileña de Santa María, en la que un incendio el pasado
domingo dejó 235 muertos, intentó suicidarse en el hospital en el que
está bajo custodia, informó la policía.
El empresario Elessandro Spohr, uno de los dos socios del
establecimiento siniestrado, intentó ahorcarse con una manguera en uno
de los baños del hospital de la ciudad de Cruz Alta en el que es tratado
por problemas respiratorios consecuentes del incendio y en donde es
vigilado por policías debido a que está bajo arresto.
El intento de suicidio, del que habían informado sus médicos y abogados
la víspera, fue confirmado hoy por Marcelo Arigony, uno de los
comisarios de la Policía Civil del estado de Río Grande do Sul
responsables por la investigación de la tragedia.
“Ahora se encuentra bien y fue esposado a la cama para evitar nuevos intentos”, aseguró Arigony en declaraciones a periodistas.
Spohr fue arrestado el lunes en Cruz Alta, adonde, según su abogado,
había viajado para ser atendido en un hospital con síntomas de
intoxicación respiratoria por temor a permanecer en Santa María.
El otro propietario de la discoteca, Mauro Hoffmann, fue detenido
también el lunes tras presentarse en la comisaría de Santa María y luego
de que la policía fracasara en diferentes operaciones para localizarlo.
Igualmente están detenidos dos de los integrantes del grupo Gurizada
Fandangueira, la banda que tocaba en la discoteca en el momento de la
tragedia y a la que se atribuye el origen del incendio.
La policía pidió el arresto de los cuatro para garantizar la
investigación y ante el temor de que algunas pruebas fueran destruidas,
pero el juez responsable sólo aceptó la detención temporal por cinco
días.
“Solicitamos prisiones temporales por 30 días y sólo conseguimos cinco.
Ahora necesitamos renovar esos mandatos pero estamos con dificultades.
No es culpa del fiscal, del juez o de la policía sino de la legislación
que exige muchos requisitos” , admitió el comisario.
La justicia también determinó el embargo de los bienes de los dos
propietarios de la discoteca para garantizar el posible pago de
indemnizaciones en caso de que sean condenados.
Según las primeras investigaciones, el incendio comenzó cuando uno de
los integrantes de la banda que se presentaba en la discoteca encendió
un artefacto pirotécnico cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada
como aislante acústico en el techo del establecimiento.
Además del uso de un artefacto no permitido dentro de un local cerrado,
para la tragedia contribuyeron el pánico provocado por la rápida
expansión de la humareda, el exceso de público, las fallas en las
medidas de seguridad de la discoteca y la supuesta decisión de los
vigilantes de cerrar la única puerta de salida para evitar que el
público saliese sin pagar, según la policía.
La difícil evacuación, la concentración de humo tóxico y la avalancha de
personas corriendo hacia la única salida, en donde muchos fueron
pisoteados, causaron un atasco y numerosas muertes por asfixia.IN