Londres.- Al menos 14 personas murieron, incluidos dos soldados de EU, y unas 60
personas más resultaron heridas, en dos atentados suicidas perpetrados
hoy cerca de una base de la OTAN en el centro de Afganistán, en una
nueva escalada de la espiral de violencia que se registra en este país.
El primer suicida se acercó a pie a la base, situado en las proximidades
de la sede del Gobierno de la provincia de Wardak, e hizo estallar su
carga explosiva sin llegar a penetrar en el centro militar, situado en
el distrito de Saidabad.
Según precisó en un comunicado el portavoz del Gobierno provincial,
Shaidulah Sahhid, un segundo suicida hizo estallar al poco un camión
lleno de explosivos en la puerta de la base, de uso conjunto por las
fuerzas internacionales y afganas.
En el texto se precisó que los muertos eran ocho civiles y cuatro
policías, y que entre los heridos figuraban dos soldados de EU.
El contingente militar de EU informó en un comunicado horas después de que los dos soldados habían fallecido en el hospital.
Sahhid indicó que “varios de los heridos se encuentran en estado
crítico” , y no descartó que el números de muertos aumente en las
próximas horas.
De acuerdo con testigos, las explosiones destrozaron un mercado cercano a la base.
Un mando de la ISAF (misión de la OTAN en Afganistán) , el teniente
general Messer Hagen, anunció una investigación para esclarecer las
circunstancias en que se produjeron las explosiones.
En su declaración, divulgada a primera hora de la mañana, Hagen admitió
que se habían registrado bajas en las filas de la misión internacional
pero evitó especificar su número y nacionalidad.
Un portavoz taliban, Zabiualah Muyahid, reivindicó la autoría de los
atentados en nombre del movimiento insurgente, y aseguró que el
estallido causó decenas de bajas en las filas norteamericanas, “entre
muertos y heridos”.
Los atentados de hoy coinciden con un relevo en la cúpula del apartado
de la seguridad de la administración afgana por el incremento de la
violencia en el país.
El presidente afgano, Hamid Karzai, destituyó esta semana al jefe de los
servicios secretos, Rahmatulá Nabil, y anunció su próximo nombramiento
como “embajador en un país extranjero” .
La destitución de Nabil se produjo semanas después de que a principios
de agosto el Parlamento retirase la confianza a los ministros de
Defensa, Abdul Rahim Wardak, e Interior, Bismulá Mohamadi, lo que obligó
a Karzai a anunciar su reemplazo.
Tanto Wardak como Mohamadi habían recibido fuertes criticas por el
incremento de los ataques a través de la frontera con Pakistán, mientras
que a Nabil se le responsabiliza del aumento de las infiltraciones de
talibanes en las fuerzas afganas.
El reajuste en la cúpula del aparato de seguridad afgano deberá servir
para afrontar el segundo tramo del proceso de retirada gradual de las
fuerzas internacionales, iniciado el año pasado y que está previsto que
concluya en 2014.
De acuerdo con el calendario acordado con la OTAN, las fuerzas locales
asumirán ese año la seguridad en todo Afganistán, un objetivo cuyo
cumplimiento se encuentra amenazado por la espiral de violencia que no
remite en el país asiático.
IN