Unión Americana.- Si a un hombre adulto le gusta disfrazarse y fingir que es un asesino Nazi, ¿es ese un problema?
Un candidato de las próximas elecciones para el Congreso de Estados Unidos,
reconoce la satisfacción que obtiene de las reconstrucciones
históricas, llamando la atención tanto a una extraña subcultura y a una
vuelco sorprendente en las políticas del Partido Republicano.
“Todo el propósito de la reconstrucción histórica, es educar a la gente”, dijo la semana pasada Rich Iott, un candidato republicano del estado de Ohio. “Esta es sólo otra forma de comunicar una semblanza y mantener viva la historia de la Segunda Guerra Mundial”.
La historia de la Segunda Guerra Mundial es sólo uno de los diversos
conflictos que Iott dice ha ayudado a imitar, con un obra de época el
pudo disfrutar con su hijo. En ese papel, el asumió la identidad de Reinhard Pferdmann, un miembro ficticio de una división real de la Waffen SS, el brazo armado del partido Nazi.
La unidad adoptada por Iott, fue acusada de crímenes de guerra y alguna vez incluyó al infame sádico, Joseph Mengele,
en sus filas. A pesar que las recreaciones son muy comunes en Estados
Unidos, este tipo de reproducción Nazi es una manera poco usual de que
un padre norteamericano eduque a su hijo.
El republicano, Eric Cantor, un legislador judío,
quien es uno de los miembros del partido más poderosos en el Congreso,
rápidamente lo condenó. ?Yo repudio absolutamente eso, y no apoyo a un
individuo que pueda hacer algo así?, dijo Cantor.
La recreación militar, es sin duda, un pasatiempo popular que atrae a la gente más allá de las fronteras estadounidenses.
Apasionados de la historia británica recrean guerras peleadas en el siglo 17. Entusiastas rusos montan la batalla de Borodino de 1812 cada año, castigando previsiblemente a Napoleón en cada ocasión. (Uno de ellos disparó su pistola de salva lo suficientemente cerca del corresponsal de CNN, Ivan Watson, que le dañó su oído).
Pero la reconstrucción histórica puede ser más popular en Estados
Unidos, en donde los devotos se reúnen casi cada fin de semana con armas
y atuendos distintivos de la Guerra Civil, disfrutando o ignorando la mirada burlona de espectadores en las orillas.
Muchos norteamericanos están viendo por los costados ahora, porque
Iott, un hombre de negocios de Ohio, hace su primer intento para un
cargo de elección popular, y se ha unido a una creciente lista de
candidatos con sorpresas girando alrededor de ellos.
Muchos de ellos son favoritos del Partido del Té,
una insurgencia contra el titular que está creciendo, sobre todo entre
los republicanos. Precisamente por que el Partido del Té apoya a nuevos,
candidatos no probados, que algunos de ellos están comenzado a asustar a
la gente.
La candidata al senado, Christine O’Donnell, es una
autoproclamada conservadora religiosa, que reconoce que alguna vez
“incursionó en la brujería”. Ella ahora está transmitiendo anuncios con
una inusual frase de campaña “Yo no soy una bruja”.
Carl Paladino, candidato para gobernador de Nueva York, rápidamente fue apodado en la prensa como Loco Carl, por sus arrebatos desmedidos y el tono airado de su campaña.
Él amenazó públicamente con “sacar”, a un reportero problemático,
utilizando lenguaje colorido para sugerir asalto físico o algo peor.
Pero los demócratas han nominado a un extraño candidato por su cuenta: un desempleado y previamente desconocido hombre llamado Alvin Greene, el nominado del partido para el Senado de EU por Carolina del Norte, cuyo atributo más notable es que está siendo acusado con cargos de pornografía.
Esas son la clase de personalidades que saltan a la vida pública
norteamericana de vez en cuando, haciendo parecer a los EU como un circo
gigante y como una superpotencia.
No tienes que esperar mucho para la nueva gran actuación. Pero hay
límites de lo que la audiencia va a aceptar. Los conservadores
norteamericanos después de todo realmente son conservadores, y los
liberales inventaron un concepto llamado Corrección Política, estableciendo sus propios estándares de una forma adecuada para hablar y comportarse.
Este es un momento de pruebas para la vida norteamericana, con todo
tipo de candidatos emergiendo para expresar el descontento con la clase
política del país. Uno de ellos está negando que alguna vez estuvo
involucrada con lo oculto.
Otro está tratando de distanciarse de unas fotografías sucias. Ahora
que hemos presentado a un imitador Nazi, solo resta preguntar quien
sigue.
De uniformes Nazis a brujería: las locas elecciones de Estados Unidos
Las personalidades hacen ver a los EU tanto como un enorme circo como una superpotencia
Fuente: Internet