Irán.- El país ha dado un vuelco sorprendente al convertirse en un campo de batalla entre los civiles protestantes y las autoridades iraníes que buscan controlar la rebelión de los ciudadanos al manifestarse de manera imparable ante el asesinato de una joven.
Las manifestaciones comenzaron el pasado 16 de septiembre, cuando se anunció el fallecimiento de Mahsa Amini, la joven de 22 años que fue detenida el 13 de septiembre por la policía que supervisa el estricto protocolo de vestimenta al considerar que la joven hacía uso inapropiado del hiyab, velo que usan las mujeres de manera obligatoria.
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Tras su arresto, Mahsa Amini permaneció en coma por tres días, falleciendo el pasado viernes y desatando con su muerte, una magnitud de protestas que han evolucionado masivamente e incluso han llegado a otras partes del mundo como Reino Unido, Estados Unidos y Alemania.
Las movilizaciones en Irán han dejado decesos de personas al combatir contra las autoridades, la cifra ha aumentado recientemente a 35 personas fallecidas ante la represión de las fuerzas iraníes, donde se incluye la muerte de 4 menores de edad, 3 de ellos a causa de disparos en la cabeza.
Amnistía Internacional informa que hasta el momento han detenido a 700 personas, sin embargo, podría ser una cifra más alta, tanto de muertos como detenidos.
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A manera de protesta, las mujeres se han quitado sus hiyabs en público prendiéndoles fuego, así como han comenzado a cortarse el cabello, ya que dichas acciones están prohibidas en las leyes del país.
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Por otra parte, se han hecho destrozos en la capital del país e incendios a imágenes representativas del líder supremo de Irán, Alí Khamenei.
