?Ginebra.- China calificó de ‘criminal’ al Premio Nobel de la Paz 2010, Liu
Xiaobo, durante una ceremonia celebrada aquí en la sede de Naciones
Unidas (ONU) con motivo del Día de los Derechos Humanos.
En una ceremonia presidida por la Alta Comisionada de Naciones Unidas
para Derechos Humanos (ACNUDH), Navi Pillay, y ante un gran número de
defensores de derechos humanos y activistas de todo el mundo, el
representante del gobierno de China afirmó que Xiaobo es ‘un criminal’.
‘China ha dicho repetidamente que el caso de Liu Xiaobo no está
relacionado a los derechos humanos ni a la libertad de expresión, Liu es
un criminal que ha sido condenado por violar las leyes chinas’, dijo el
funcionario.
‘Lo que hizo (Xiaobo) va en contra de los propósitos del Premio Nobel’,
dijo el diplomático chino, quien no se identificó al tomar la palabra
ante el plenario de la ONU, pero se comprometió a que su gobierno
‘seguirá trabajando en favor de la promoción de los derechos humanos’.
Pillay, por su parte, exhortó a los gobiernos ‘a reconocer que la
crítica no es un delito, y a liberar a quienes han sido detenidos por
ejercer pacíficamente sus libertades fundamentales para defender los
principios democráticos y los derechos humanos’.
En rueda de prensa la víspera, Pillay instó a Pekín a la liberación de
Xiaobo y denunció que al menos 20 activistas fueron arrestados en China
las últimas semanas y más de 120 se encontraban en arresto domiciliario
como es el caso de la esposa de Xiaobo.
A su vez, la Premio Nobel de la Paz 1991, Aung San Suu Kyi, que al igual
que Xiaobo estaba detenida al ser laureada y tampoco pudo asistir a
Oslo por su premio, llamó a ‘apoyar a los defensores de los derechos
humanos de todo el mundo’, en un mensaje televisado .
‘Sin derechos humanos no habría instituciones genuinamente
democráticas’, subrayó Suu Kyi e instó a todos a unirse codo con codo y
defenderse unos a otros en la lucha por la defensa de los derechos
humanos.
Liu aseguró no tener enemigos ni odiar al régimen de su país, en un
discurso leído este viernes en Oslo, Noruega, por la actriz Liv Ullman, y
enviado al Comité Noruego del Premio Nobel de la Paz, que le entregó
simbólicamente el galardón en su ausencia.