?Manila.- China advirtió a los viajeros sobre los riesgos posibles en las
Filipinas y exigió el martes explicaciones a Manila sobre la muerte de
ocho turistas de Hong Kong tras el secuestro de un autobús en el centro
de la capital.
El canciller chino, Yang Jiechi, dijo que su gobierno estaba
”horrorizado” y se comunicó por teléfono con su homólogo filipino.
En el territorio chino consideraron incompetente a la policía filipina.
El presidente Benigno Aquino III presentó al embajador chino ante las
Filipinas la investigación preliminar sobre el incidente del lunes, en
que un policía despedido, Rolando Mendoza, armado con un fusil M16 y una
pistola, tomó control de un autobús lleno de 21 turistas de Hong Kong y
cuatro locales para exigir su reposición en la fuerza.
La odisea culminó cuando, al fracasar 12 horas de negociaciones, la
policía tomó por asalto el vehículo y mató al secuestrador, después que
éste les disparó a los turistas y mató a ocho.
”El gobierno chino exige al gobierno filipino que realice una
investigación exhaustiva del incidente e informe a la parte china tan
pronto como sea posible”, dijo Yang, de acuerdo con un comunicado
colocado en el cibersitio de la cancillería.
El vicepresidente Jejomar Binay y el secretario de relaciones exteriores
Alberto Rómulo viajarán a Beijing y Hong Kong para presentar el informe
definitivo a las autoridades chinas una vez que se haya completado,
dijeron las autoridades.
La policía filipina justificó sus acciones y destacó que los agentes,
pese a carecer de equipo adecuado, arriesgaron la vida. Pero prometieron
revisar todos los detalles.
”Habrá una auditoría interna. Veremos si lo que hicimos estuvo bien”,
dijo el vocero de la policía nacional, Agrimero Cruz, en declaraciones a
The Associated Press.
De los 25 ocupantes del autobús, sobrevivieron trece de los turistas de
Hong Kong y cuatro filipinos. Nueve de los sobrevivientes habían sido
puestos en libertad por Mendoza horas antes de que empezara el tiroteo.
Siete rehenes fueron conducidos a hospitales, incluso uno con una herida
grave en la cabeza y otro con la mandíbula astillada. Un tercero tenía
una herida de bala en la cintura. Los demás presentaban heridas leves,
según el Departamento de Servicios Informativos del gobierno de Hong
Kong.
La cancillería británica dijo el martes que dos de los rehenes que fueron liberados eran británicos.
Aquino, que enfrenta su primera crisis importante desde que asumió el 30
de junio, declaró el miércoles día nacional de duelo en solidaridad con
el pueblo de Hong Kong para ”compartir su pesar con ellos”, dijo el
vocero presidencial Edwin Lacierda.
Frente al consulado de las Filipinas en Hong Kong, una próspera ex
colonia británica sin problemas serios de violencia, varias decenas de
manifestantes expresaron una enérgica condena al gobierno filipino, al
que acusaron de negligencia.