Inglaterra. Medios locales de Inglaterra informaron sobre la lamentable muerte de un menor de edad en manos de su progenitor, quien en busca de ocultar lo sucedido, inicialmente aseguró que el niño se había caído de un árbol, lo que resultó totalmente falso.
Según las primeras indagatorias, un hombre identificado cómo Michael Harrison, de 41 años de edad, golpeó a su hijo de 11 años de edad, hasta hacerle una laceración en el hígado, además de varias lesiones internas.
Por lo anterior, un crimen atroz, un tribunal de ese país condenó a Harrison a 21 años de cárcel; esa fue la sentencia otorgada tras encontrarle culpable.
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De acuerdo a un grupo médico, Mikey Harrison pudo haber sobrevivido si hubiera recibido atención médica oportuna.
El juez Shaun Smith señaló que el acusado había mentido sobre el asesinato y llevado a la víctima a un parque como parte de un intento de encubrimiento.
“El acusado dijo que había estado en un día con Mikey en Shipley Park y que estaban jugando al escondite. El acusado dijo que no había visto a Mikey trepar a un árbol, pero lo escuchó caer. Todo este relato de la caída fue pura ficción”, subrayó el juez.
El examen post-mortem inicial encontró una gran cantidad de moretones y rasguños “todos de origen reciente”, así como una laceración en el hígado de Mikey.