Estados Unidos. El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que impondrá un arancel adicional del 10 por ciento a los productos importados desde China, en respuesta al aumento del tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, especialmente a través de México. Esta medida, que busca intensificar la presión sobre Beijing y sus políticas contra el narcotráfico, se produce en el contexto de la crisis de opioides que ha causado miles de muertes al año en territorio estadounidense.
Justificó la tarifa como una reacción al incumplimiento de China en tomar acciones más estrictas contra el tráfico de esta droga. En ese tenor acusó al Gobierno chino de no haber implementado medidas prometidas, como la pena de muerte para los narcotraficantes.
Este nuevo arancel es un capítulo más en la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Durante su primera presidencia, el magnate ya impuso aranceles en un intento por equilibrar la balanza comercial, pero la crisis del fentanilo añade complejidad a la relación bilateral. Los aranceles podrían afectar sectores clave de la economía global, ya que China es un proveedor crucial de bienes manufacturados.
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El fentanilo, un opioide sintético, ha sido uno de los principales motores del conflicto. Aunque China ha intentado controlar la exportación de precursores químicos, Estados Unidos considera que las acciones chinas no han sido suficientes.
La medida podría tener consecuencias económicas, ya que los analistas advierten que el aumento de los aranceles podría elevar los precios de productos importados, lo que agravaría la inflación en Estados Unidos. Además, expertos temen que esta postura comercial más agresiva complique la cooperación en la lucha contra el narcotráfico, afectando las relaciones diplomáticas entre ambos países.
