Inglaterra.- Una agente inmobiliaria ganó una demanda por discriminación sexual contra su jefe luego que no le permitiera salir temprano para recoger a su bebé de la guardería.
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Alice Thomson ganaba alrededor de 120 mil libras al año (alrededor de 3 millones de pesos) como gerente de ventas de tiempo completo en Manors, una empresa de Londres.
Como el trabajo requería que trabajara hasta las 6 de la tarde, cuando las guarderías suelen cerrar, pidió trabajar a tiempo parcial para poder trabajar cuatro días a la semana y terminar a las 5 de la tarde.
Pero el director de la empresa, Paul Sellar, rechazó la solicitud, alegando que la empresa no podía pagar el nuevo acuerdo, temía que causaría un “efecto perjudicial en la capacidad de satisfacer la demanda de los clientes” y una “incapacidad para reorganizar el trabajo entre el personal existente”.
La Sra. Thomson renunció y llevó a Manors a un tribunal laboral, alegando que se vio obligada a asegurarse de que su hija no tenga la misma experiencia cuando sea mayor.
En un juicio se determinó que la empresa tenía que pagar 184,961.32 libras (alrededor de 5 millones de pesos) por pérdida de ingresos, contribuciones a la pensión, daño a los sentimientos e interés, y encontró que la insistencia de la compañía en terminar a las 6 pm la colocó en una desventaja.
También acusó a la empresa de excluirla cuando el personal fue llevado a un viaje a Nueva York y organizaron un viaje en barco con bebidas alcohólicas del que tuvo que ausentarse.
La jueza laboral Sarah Jane Goodman descubrió que había sido discriminada por la denegación de su solicitud, calificándola de “injusticia debido a su sexo”.
Sin embargo, rechazó otras reclamaciones presentadas por el agente inmobiliario en relación con los supuestos comentarios del Sr. Sellar.
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