Italia.- Cuando hablamos de historia del arte, es imposible no dedicar una lección o varias completamente al artista renacentista Miguel Ángel; siendo uno de los más grandes artistas de la historia, tanto por sus esculturas como por sus pinturas y su obra arquitectónica, y con una labor artística de más de 70 años entre Florencia y Roma, Michelangelo Buonarroti, como era su nombre en su lengua materna, es sin duda alguna uno de los mas influyentes íconos de la historia del arte mundial.
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Han pasado más de 4 siglos y medio desde que Miguel Ángel perdió la vida, y aun en estos tiempos continúa sorprendiéndonos, esta vez por una significativa “firma” que dejó plasmada en una escultura y acaba de ser descubierta.
Según los informes, Miguel Ángel creó la escultura de cera protagonista de esta noticia como un estudio para una escultura más grande, planeada para la Basílica de San Pedro en el Vaticano pero nunca concretada. Ahora, el modelo pertenece al Victoria and Albert Museum de Londres. Llamada ‘Un esclavo’, la figura de cera había estado en exhibición, pero los curadores la trasladaron de una galería del nivel superior durante la primavera inusualmente cálida en 2020 a un área de almacenamiento más fresca cuando el museo cerró temporalmente durante la pandemia de COVID-19. Cinco meses después, los curadores revisaron la estatuilla almacenada y notaron una huella digital nunca antes vista en el ‘trasero’ de la escultura.
“Es una perspectiva emocionante que una de las impresiones de Miguel Ángel haya sobrevivido en la cera. Tales marcas sugerirían la presencia física del proceso creativo de un artista. Es donde la mente y la mano de alguna manera se unen”, dijo en el comunicado Peta Motture, curadora principal del museo.
De acuerdo a la historia, Miguel Ángel nunca mantuvo muchos de sus modelos de cera antes de morir, de hecho, justo antes de su muerte en 1564, el artista hizo quemar muchos de sus dibujos y trabajos en dos hogueras. De acuerdo a los expertos, el artista no quería que las personas supieran el esfuerzo que ponía en sus obras, ya que quería aparecer como un genio cuyo trabajo era perfecto, además de que intentaba evitar el plagio y por eso destruía sus “borradores”.
“Debido a que gran parte del trabajo de Miguel Ángel fue destruido, una huella dactilar sería una conexión directa con el artista”, concluyó Motture.
Para comprobar si la huella expuesta en la parte trasera de la figura es realmente de Miguel Ángel, el personal del museo planea compararla con una huella digital en una estatua de terracota de 1530, conocida como “Dos luchadores”, que se sabe que tiene una huella digital del artista.
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