Venecia, Italia.- El encanto angelical de Winona Ryder reapareció hoy en las pantallas de La Mostra con “The Iceman”
, cinta de gángsters que la actriz ha presentado fuera de concurso en
La Mostra de Venecia en una tensa rueda de prensa en la que ha
traslucido la fragilidad de una estrella con el brillo interrumpido.
La actriz, uno de los grandes talentos del cine de los años noventa
gracias a títulos como “The Age Of Innocence” o “Edward Scissorhands” ,
vio truncada su carrera en el siglo XXI cuando fue descubierta robando
en unos grandes almacenes de Beverly Hills, lo que alarmó sobre la
estabilidad psicológica de quien había encandilado con su belleza
natural y relajada a toda una generación.
Aunque hace dos años ya se la volvió a ver brevemente en la aclamada
“Black Swan” en este mismo festival -con un papel psicótico que no
ayudaba a pensar en su recuperación-, hoy ha comparecido en el Lido, a
modo de verdadero regreso, a propósito de “The Iceman” .
En la rueda de prensa, la tensión ante cada una de sus respuestas se
tradujo en un silencio sepulcral, de la misma manera que se respiraba el
drama cuando pedía que le repitieran alguna pregunta.
Mezclándose la posibilidad de que su regreso exhibiera su derrumbe y la
fascinación por una sinceridad nerviosa inédita en un contexto plagado
de lugares comunes, frases aprendidas y egos exhibicionistas, la actriz
ha afirmado: “Ha llegado un momento en mi vida en el que mi prioridad es
vivir bien. Solo haré las películas que me compensen dejar mi día a día
de lado” .
“The Iceman” , filme de Ariel Vromen que sigue obedientemente los
cánones del cine de gángsters, Ryder interpreta a Deborah, la mujer
aparentemente inconsciente del verdadero trabajo de su marido, Richard
Kuklinski, personaje real interpretado con brío y solidez por Michael
Shannon y uno de los más sangrientos sicarios de Estados Unidos, que fue
detenido en 1986.
A Winona Ryder la atrajo trabajar con Shannon y con Ray Liotta -que
completa el reparto junto a James Franco, Chris Evans y Stephen Dorf- y
también se sintió “arrastrada por la ambigüedad del personaje, por esa
negación de la realidad, porque no se permite a sí misma explorarla,
porque tendría que asumir la responsabilidad que ella implica” , ha
explicado.
“Soy actriz, y mi trabajo es meterme en la piel de otras personas. Había
cierto paralelismo entre el engaño del personaje y la labor de
interpretación” , ha reflexionado, sin poder evitar que sus respuestas
fueran reinterpretadas como reflexiones sobre su periplo personal.
Además, Winona Ryder se ha referido indirectamente al parón de su
carrera al reconocer que con este papel, por primera vez y a sus 41
años, interpreta a una madre de familia.
“He tenido que acercarme a este personaje de manera distinta a como lo
había hecho hasta ahora. Al final decidí no hacer investigación sobre el
personaje, primero, porque se cambió el nombre y el de sus hijas para
no ser localizada, y segundo, porque me parecía demasiado doloroso para
aquella mujer, que también fue acusada de varios cargos en su momento” ,
ha explicado.
La duda, entonces, ha quedado servida sobre si la fuerza intacta de su
interpretación en “The Iceman” devolverá o no a la intérprete de
“Reality Bites” o “Mermaids” su antiguo estatus en Hollywood. Sobre si
se puede hablar o no de la resurrección de Winona Ryder.CHG