Madrid.- El cine de los últimos treinta años no sería el mismo sin sus partituras. El sudafricano Trevor Jones, compositor entre otras de la inconfundible melodía de “The last of the Mohicans” , está en España para participar en un taller audiovisual y compartir el secreto de su música: pura emoción.
“A veces la música le aporta algo a las películas que éstas no pueden
mostrar, y lo que retransmite puede ser incluso más fuerte. La música es
una línea emocional directa que va del compositor al corazón del
espectador” , ha explicado hoy Jones en una entrevista con Efe en
Madrid.
Desde que compusiera su primera partitura para una película de peso,
“Excalibur” , hace 31 años, ha conmocionado a millones de espectadores a
través de la música de películas como “In the name of the father” ,
“Nothing Hill” o “The league of extraordinary gentlemen” .
“Un mismo sentimiento puede tener muchos niveles, y hay que saber captar el adecuado en casa caso” , explica.
Historias medievales, trhillers políticos o historias de amor, el método
del músico sudafricano siempre es el mismo: “Conseguir toda la
información posible del tema que trata la película, para captar el
sentimiento y la emoción de la trama” .
“Yo no cuento la historia, ayudo al director a hacerlo, tengo que ser
honesto con su visión y mostrar lo que él quiere. Y que la audiencia
comprenda mejor la historia a través de la música, al fin y al cabo
ellos son lo más importante en esta industria” , matiza.
Trabajar a las órdenes de otros podría parecer un límite a la
creatividad, razón por la que a algunos compositores no les atrae
demasiado esta faceta audiovisual.
Jones se defiende en este sentido: “Wagner hacía música para la Inglesia
y Beethoven para los grandes teatros, pero yo soy un compositor del
siglo XXI y trabajo para la industria audiovisual” . Una forma de
componer que se rige por otras directrices y que puede resultar incluso
“más sofisticada” .
“Es imposible saber por qué una banda sonora es más popular que otra, a
veces es por la película y otras por la melodía… Lo que es cierto es
que si le gusta al espectador permanece siempre en su memoria, y también
recuerda la película” , añade el autor de una de las músicas más
legendarias del cine, la de “The last of the Mohicans” .
A pesar de su vasta experiencia, afirma que nunca deja de aprender de
este oficio por el que siente verdadera devoción. Entre las “muchas”
películas para las que le hubiera gustado firmar la música, “Lo que el
viento se llevó” se lleva la palma. “Su banda sonora es espectacular, lo
mejor de la película” , asegura.
El sudafricano, de ascendencia canaria, está en España para participar
en el décimo taller de sonido y música para cine que organiza la
Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) , y que finaliza mañana.
Un marco en el que profesores y estudiantes de composición audiovisual e
imagen podrán disfrutar de la experiencia y los consejos del
compositor.
“Hubiera sido fantástico poder conocer compositores cuando era joven. No
conozco ninguna otra fundación en el mundo que trabaje con los
estudiantes y les una a esta profesión” , añade.NE