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Silvia Pinal, de la gracia de la comedia al estrellato con Buñuel

Dentro de ella, hay varias Silvias diferentes, la Silvia encantadora, la sensual o la erótica; de ''Los cuervos están de luto'' a ''Simón del desierto'', ''Viridiana'' o ''Los Cañones de San Sebastián'', su belleza y calidad son una constante

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Ciudad de México.- A sus 81 años Silvia Pinal, una de las grandes actrices vivas de
México, sigue activa en el mundo de las telenovelas tras consagrarse con
sus comedias y alcanzar la fama internacional como musa de Luis Buñuel,
que la inmortalizó en “Viridiana”. “Hay muchas ‘Silvias
Pinales’, desde la chica encantadora que salía con Tin-Tan en ‘Azahares
para tu boda’ (1950) hasta la comediante súper sensual de películas
dramáticas (…) que aclimató en México el erotismo del seno procedente
de (Gina) Lollobrigida y (Sophia) Loren”, dijo el crítico mexicano Jorge
Ayala Blanco. Nacida en Guaymas, en el norteño estado mexicano
de Sonora, en 1931, Pinal encarna bien la imagen de mujer fuerte con
talento, explicó el crítico. Algunos la comparan con otras dos
grandes del cine mexicano, Dolores del Río (1904-1983) y María Félix
(1914-2002), casualmente también del estado de Sonora, como Pinal, y la
sitúan en la constelación de las grandes estrellas. La actriz se
precia de ser una incansable artista que durante su vida trabajó en el
cine, el teatro y la televisión, pero que también protagonizó
espectáculos de cabaret y en palenque. Tras unos primeros pasos protagonizando seriales radiofónicos, despuntó en el cine con “Bamba” (1949). Su
camino a la gloria cinematográfica quedó trazado pronto al participar
en comedias como “Puerta joven” (1949), junto a Mario Moreno
“Cantinflas”, y con Germán Valdés “Tin Tan” en “El rey del barrio”
(1950) y “Me traes de un ala” (1952). Con 23 años, Pinal
protagonizó “Un extraño en la escalera” (1954), del argentino Tulio
Demicheli, y después participó en cintas importantes como “Cabo de
hornos” (1957), “Desnúdate Lucrecia” (1958) y “Una cita de amor” (1956),
esta última de Emilio “Indio” Fernández. La artista compartió
cartel con Pedro Infante y Carmen Montejo, trabajó bajo la dirección del
genial cineasta italiano Vittorio de Sica en “Pan, amor y Silvia”
(1960), y se convirtió en musa de Buñuel (1900-1983). Con el
cineasta español, Pinal protagonizaría “Viridiana” (1961) y “El ángel
exterminador” (1962), dos joyas del cine, así como “Simón del desierto”
(1964). La actriz afianzó su carrera con “Los cuervos están de
luto” (1965), “La soldadera”, (1967), “Los Cañones de San Sebastián”
(1968), donde compartió cartel con Anthony Quinn, “Shark” (1969), con
Burt Reynolds, y en “Veinticuatro horas de placer” (1969), junto a
Mauricio Garcés. Para Ayala Blanco, no hay duda de que Pinal
“fue una talentosa actriz” que logró convertirse en una figura “casi
mítica” comparable a otras estrellas femeninas de la talla de las
italianas Sofia Loren y Gina Lollobrigida. Fue “propulsada por
Buñuel hacia un estrellato internacional absolutamente inesperado y, por
supuesto, extraordinariamente sostenida por su talento”, indicó el
crítico, quien destacó que su capacidad artística le ha permitido
“perdurar en la televisión”. De todas las “Silvia Pinal” que ha
conocido este experto en cine mexicano se queda “con la buñuelesca, sin
duda, pero también con la mujer sensual, prominente, totalmente
desinhibida y, por otra parte, con un cierto matiz de ingenuidad
libertina”. También resaltó la dimensión “graciosa” que
magistralmente adquiere Pinal cuando hace falta, “cosa que prácticamente
no existe entre las actrices mexicanas, la gracia, esa cosa bufa, de,
podríamos decir, de comedia sofisticada de los años treinta
norteamericanos tardía en México”. “No era la devoradora de
hombres, no era María Félix, para decirlo rápido, ni Ninón Sevilla. Era
otra cosa, la mujer temible, también, trabajando esta cosa de la
candidez que viene, por supuesto, de Luis Brooks”, agregó. Su
vida personal ha sido turbulenta. Estuvo casada con el actor cubano
Rafael Banquells (1947-1952), con el empresario Gustavo Alatriste
(1961-1967), con el cantante y actor mexicano-venezolano Enrique Guzmán
(1967-1976) y con el político Tulio Hernández Gómez (1982-1995). De
esos matrimonios nacieron la actriz Silvia Pasquel, la cantante
Alejandra Guzmán, el músico Luis Enrique Guzmán, y la también actriz
Viridiana Alatriste (1963-1982), ahijada de Buñuel y fallecida en un
accidente automovilístico a los 19 años de edad.WM

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Liz Douret

Liz Douret

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