México, DF.- El típico caso de alguien a quien “se lo tragó la
tierra”. No se sabía nada de él. Sólo rumores, y por cierto, nada
alentadores. “Murió Luis Miguel”, se leía en los titulares más
amarillistas. “Luis Miguel estaría grave”, rezaban los más moderados.
Pero lo único real era que un día de abril entró a una clínica de Los Ángeles,
de la cual nadie lo vio salir. Resulta evidente ahora que, que nadie lo haya
visto salir, no significa que no haya salido nunca.
Tres meses después de un absoluto hermetismo en su entorno, se dio a conocer
hoy que “Luismi” vuelve a los escenarios, y, para ahuyentar cualquier
rumor, hasta salieron a la venta las entradas. Sus primeros recitales luego de
esta larga ausencia mediática serán el 15, 17 y 18 de septiembre en el Caesars
Palace de Las Vegas.
Los boletos para sus nuevos conciertos, con precios que van de 95 a 250 dólares, saldrán a la
venta el sábado, según informó a través de un comunicado de prensa la empresa
de publicidad PR Newswire.
La aparición dará un respiro de alivio a sus miles de seguidores, muchos de
los cuales se volcaron a las redes sociales de Internet para comentar los
rumores de la supuesta hospitalización e iniciar cadenas de oración pidiendo
por su salud. Además de las cientos de páginas dedicadas al astro mexicano en
Facebook, recientemente los fans crearon una llamada “Pedimos un
comunicado de salud”, donde sus seguidores latinos pudieron manifestar la
necesidad de una respuesta de parte de cualquier allegado al círculo del
cantante. Además, en Twitter el tema “Luis Miguel” se mantuvo como
trending topic durante todo el mes de abril y principios de mayo, ya que la
incógnita se renovaba cada semana.
97 días de silencio
El 13 de abril, se supo que Luis Miguel había ingresado al Hospital Cedars
de Los Ángeles. Se decía por esos días que debía realizarse un examen de ADN
para confirmar si José Juan Arias, un hombre que asegura ser su padre desde
hace años, es su progenitor o no. “El artista estuvo varios días hospitalizado
y su hermano Alejandro Basteri ha estado junto a él”, dijo por esos días
el presentador Raúl de Molina, conductor del programa de Univisión El gordo y
la flaca. “No sé si salió del nosocomio o sigue ahí, pero nunca nos vamos
a enterar por la confidencialidad que existe en los hospitales con las nuevas
leyes de Estados Unidos”, fueron sus palabras. Claro está que la
confidencialidad se mantuvo. Tanto tiempo que a un mes de esa internación, los
rumores sobre la presunta gravedad de la salud del cantante llegaron a afirmar
que había muerto y que se estaba ocultando la noticia. Primero se dijo que
sufría una infección pulmonar. Luego que el problema era en el estómago.
Finalmente, una mala praxis de una cirugía estética y un virus
intrahospitalario hacían que su vida se mantenga en la cuerda floja. Todos
estos rumores circulaban a discreción por el mundo, ya que nadie en su entorno
hacía nada por acallarlos. Twitter fue la principal fuente de comentarios
infundados, pero el hermetismo era tal, que no se podía deducir la verdad.
“Mi familia está bien”, fue todo lo que atinó a decir Araceli
Arámbula, madre de los dos hijos del cantante, al ser consultada por la prensa.
Alejandro Sanz, calmó los ánimos vía Twitter asegurando que sabía que el
cantante estaba bien.
Finalmente, su cuñado, Leonardo Arámbula, dijo a la prensa mexicana la
semana pasada: “Tengo entendido que ya está muy bien”. Así, sin negar
ni confirmar qué es lo que lo mantuvo alejado de los medios, Arámbula comenzó a
poner paños fríos a los rumores. No obstante, sólo cuando se lo pueda ver otra
vez en un escenario cantando a viva voz, todo el misterio en torno a su figura
llegará a su fin.
Luis Miguel está de regreso
El cantante se presentará el próximo septiembre en el Caesars Palace de Las Vegas
Fuente: Internet