Redacción.- “La Berlinale es un punto de encuentro formidable, no sólo por los
negocios sino porque podemos compartir ideas, pasar buenos momentos de
cine. Estamos al servicio del cine, estamos aquí para apreciar, para
defender el cine, las películas que nos emocionan”, declaró Wong.
La actriz y realizadora iraní Shirin Neshat, quien vive en Egipto y
no puede volver a su país, se definió como “una artista nómada que se
interesa en lo que hacen otras mujeres artistas”, y anunció que prepara
una película sobre la gran cantante egipcia Oum Kalthoum.
“No tengo acceso directo a Irán, pero lo que sí puedo decir es que
toda la comunidad de artistas iraníes está muy pendiente de la
Berlinale”, declaró al responder una pregunta sobre su compatriota Jafar
Panahi, preso en su país, y cuya última película “Cortinas corridas”,
concursa este año en Berlín.
“Panahi es alguien que tiene un gran coraje, mucho ánimo. Esperamos
verlo algún día aquí en Berlín. Trabajar en Irán es un gran desafío. Sin
embargo como jurados veremos los valores artísticos de su película, no
los aspectos políticos”, añadió.
“Los cineastas iraníes tienen que emigrar por falta de autorización
para rodar. Somos conscientes de esta situación y por eso nos tenemos
que ir si queremos seguir trabajando”, dijo.
Neshat comparó la situación en Egipto, tras el derrocamiento de Hosni
Mubarak en febrero de 2011, a lo que ocurrió en Irán en 1979 con la
caída del Sha y el advenimiento de la República islámica. “La historia
se está haciendo ante nuestros ojos. Las revoluciones, los periodos
difíciles, desembocan en cosas interesantes”, dijo.
El director alemán Andreas Dresen, otro de los miembros del jurado,
expresó su satisfacción por el hecho de que este año hay en el programa
de la Berlinale varias películas de Europa del este.
“Yo crecí en la RDA, y las películas de Europa del este son difíciles
de ver. Es un cine más político. Creo que vamos a vivir momentos
apasionantes”, dijo.
Entre las películas que concursan por el Oso de Oro figuran la rusa
“Una larga y feliz vida”, de Boris Khlebnikov, la bosnia “An episode in
the life of an iron picker”, de Danis Tanovic, y la rumana “Child’s
pose”, de Calin Peter Netzer.
La cineasta griega Athina Rachel Tsangari fue evidentemente
interrogada por los periodistas acerca de cómo la crisis financiera que
atraviesa su país ha afectado a los cineastas.
“En cierta manera nuestro país nos ha traicionado. Hace años que no
tenemos apoyos para hacer películas. Confiamos no obstante en que el
ministerio de Cultura nos ayude. Los griegos no exportamos muchas cosas.
Lo que si podemos exportar es nuestro arte”, declaró.
“Lo que más me gusta de la Berlinale es su telón de fondo político,
la idea de que el cine puede ayudar a cambiar el mundo”, añadió.
La camarógrafa estadounidense Ellen Kuras dijo, por su lado, que lo
que más le interesa en una película es “la manera como está contado el
relato, las metáforas visuales, la textura narrativa”.
El actor Tim Robbins, Oscar al mejor actor de reparto en 2003 por su
actuación en “Mystic river”, dijo que adoraba la Berlinale: “en este
festival se plasma la idea social de lo que debe ser un filme. Espero
con impaciencia estos diez días de proyecciones”.
Robbins confesó que no amaba las películas con escenas violentas
gratuitas. “Debemos ser prudentes. No hay que recurrir a la violencia o
al sexo de manera indiscriminada. Mostrar la violencia a veces se vuelve
algo pornográfico”, dijo.TJ
Jurados de Berlinale creen aún que el cine puede ayudar a cambiar el mundo
Los artistas que forman parte del jurado de la 63ª Berlinale, encabezados por el realizador chino Wong Kar Wai, expresaron este jueves su entusiasmo por los diez días de buen cine
Fuente: Internet