Toronto.-?
Bruce Springsteen entiende que sus primeros tres álbumes, incluyendo el
clásico ”Born to Run”, fueron un preludio a lo que sería el resto de
su carrera.
El músico realmente comenzó a encontrar un rumbo en su vida con su
cuarto disco, ”Darkness on the Edge of Town” de 1978, y objeto de un
documental que tuvo su estreno mundial la noche del martes en el
Festival Internacional de Cine de Toronto.
Luego del enorme éxito que le dio ”Born to Run” tres años antes,
Springsteen se mantuvo fuera del estudio debido a un pleito legal con su
ex manager. Cuando finalmente comenzó a grabar otra vez con la E Street
Band, desató un aluvión de canciones, historias de angustia y de duda
en un país atascado en tiempos difíciles y desilusionado tras la Guerra
de Vietnam.
En materia personal, Springsteen luchaba por mantener una conexión con
sus raíces obreras en Nueva Jersey en medio de su propia prosperidad.
”Decidí que la clave para eso era conservar el sentido de mi propia
identidad, comprender que una parte de mi vida había sido mutada por mi
éxito”, dijo Springsteen en una conversación con el actor Edward Norton
frente a un público del festival unas horas antes que ”The Promise:
The Making of Darkness on the Edge of Town” debutó. ”Prevaleció un
impulso de autoconservación por encima de cualquier otra cosa, de la
conciencia política o la conciencia social”.
Dirigido por Thom Zimny, autor de un documental similar sobre la
realización de ”Born to Run”, ”The Promise” combina entrevistas
nuevas a Springsteen y sus compañeros de banda con imágenes de archivo
de las sesiones de ensayo y grabación de ”Darkness on the Edge of
Town”.
El documental se transmitirá el 7 de octubre por HBO, y luego se
incluirá en una edición especial de ”Darkness on the Edge of Town” que
saldrá a la venta el 16 de noviembre.
El paquete incluirá un DVD con conciertos en vivo de la época de
”Darkness” y dos CD de canciones que Springsteen grabó pero no incluyó
en el álbum, entre cuyos temas destacan ”Badlands”, ”Racing in the
Street”, ”The Promised Land” y ”Streets of Fire”.
Sus compañeros de banda dicen en el documental que Springsteen escribió
unas 70 canciones que se consideraron para el disco. Durante un año de
grabación, la banda trabajó obsesivamente para perfeccionarlas, sólo
para que Springsteen las hiciera a un lado y pasara a otras distintas.
”Ponía a trabajar a la banda por tres días en una pieza musical, la
desechaba”, y entonces repetía el proceso, dijo Springsteen en la
sesión con Norton, quien se hizo amigo del rockero tras conocerse en un
concierto hace 11 años.
El álbum fue tallado meticulosamente ”de una gran roca”, reducido a
una lista final de canciones que iban con el tono meditabundo que
Springsteen buscaba, dijo el músico.
”Fue una grabación iracunda. Incluí las 10 canciones más duras que tenía”, concluyó Springsteen.