?Madrid.- El actor español ha vuelto a rodar a las órdenes de Pedro Almodóvar en La piel que habito,
una película que se estrenará probablemente en marzo y que le ha hecho
recordar lo ”difícil y exigente” que es trabajar con el maestro
manchego del cine.
”El trabajo está siendo muy difícil, pero maravilloso”, dijo Banderas
el jueves en Madrid, donde presentó su primera exposición fotográfica en
la sede del Instituto Cervantes. ”La satisfacción de meterse en ese
infierno creativo (de Almodóvar) es realmente maravillosa”.
Banderas fue un ícono del cine de Almodóvar en los 80, pero hacía 21
años que actor y director no trabajaban juntos. El también astro de
Hollywood señaló que ha descubierto a un cineasta que ”ha profundizado
mucho”, eliminando cierto barroquismo y transformando el humor más
explícito de sus viejas películas en ironía.
Además, subrayó que Almodóvar mide cada movimiento, gesto o mirada de
sus actores con mucha sutilidad, a diferencia de otros directores como
el estadounidense Woody Allen, con el que filmó recientemente You Will Meet a Tall Dark Stranger, que le pedía naturalidad y mucha improvisación en cada escena.
”Almodóvar es lo opuesto a Woody Allen”, afirmó.
Banderas no quiso desvelar detalles sobre La piel que habito, porque, dijo, Pedro me mataría. La obra es una adaptación libre de la novela Tarántula, del francés Thierry Jonquet, especialista en historias de crímenes y terror.
Y ese parece ser el universo de la película, cuya trama guarda Almodóvar con tanto celo.
Banderas acudió a Madrid para presentar su primera exposición fotográfica, Secretos sobre negro,
un conjunto de 23 instantáneas protagonizadas por la mujer y en las que
se abordan mitos españoles como la tauromaquía o pinturas tan célebres
como las ”majas” de Francisco de Goya.
”He hecho este trabajo con mucha humildad. No soy un fotógrafo profesional”, reconoció. ”Es una forma de expresarme”.
La exposición ya se pudo ver en el Instituto Cervantes de Nueva York y
después de Madrid, donde permanecerá abierta al público hasta el 21 de
noviembre, viajará a Buenos Aires y también a Brasil.
En España se subastarán siete de las 23 fotos a un precio de salida de
500 euros (685 dólares) . Las ganancias irán a causas benéficas.