Da click aquí y encuentra más información de Línea Directa Portal en nuestra página de Google News
México.- ¿A quién no le ha pasado que de repente habla sobre alguna comida o algún producto en general y segundos después, al revisar las redes sociales, ¡boom! aparece publicidad sobre ello?
Esto ha sido tema de conversación entre las personas de todo el mundo conforme ha ido avanzando el uso de la tecnología y de las aplicaciones móviles, en las que, a diario, los anuncios nos “inundan”, dando pie a la sospecha de que somos espiados en todo momento para conocer nuestras preferencias y después vendernos algo.
En 2019, Mark Zuckerberg, el dueño de Meta, aseguró que ninguna de sus apps “escuchaba” a los usuarios, y que la publicidad no depende de las conversaciones que hay entre la gente; así, descartó cualquier tipo de teoría acerca de que Facebook se apoya en los micrófonos de los celulares para orientar los comerciales, asegurando que estas solo son conspiraciones.
Mientras que hay quienes desconfían de lo dicho por quien ahora está impulsando el llamado “metaverso”, una catedrática de la Swinburne University of Technology asegura que no hay misterio detrás de este dilema y que, en cambio, la clave son nuestras búsquedas recientes.
En una publicación de The Conversation, la experta dice que no es necesario que nuestras pláticas sean escuchadas para que después el algoritmo nos bombardee con los productos, sino que, todo recae en las llamadas “cookies” que aparecen al navegar en internet.
“La mayoría de nosotros divulgamos regularmente nuestra información a una amplia gama de sitios web y aplicaciones”, explica la autora. “Hacemos esto cuando les otorgamos ciertos permisos o permitimos que las ‘cookies’ rastreen nuestras actividades en línea”, añade.
La catedrática, subraya que los sitios son capaces de “recordar” nuestros gustos y productos de preferencia, y que es así cuando, por ejemplo, empezamos a planear un viaje, las aplicaciones nos lanzan recomendaciones en base a lo que ya habíamos buscado con anterioridad.
