Londres.- El delantero Wayne Rooney, que hoy marcó un tanto en propia puerta y dos en la contraria, se erigió como protagonista de la goleada que el Manchester United le asestó en la octava jornada de la Prmier (4-2) a un Stoke que plantó cara a los “diablos rojos” en algunos tramos del duelo.
El Manchester United, con el español David De Gea bajo
los palos y el danés Anders Lindegaard relegado al banquillo, comenzó
una vez más el duelo por detrás en el marcador, un lance que se está
convirtiendo en habitual esta temporada.
La novedad en esta ocasión fue que el tanto no lo firmó uno de los
delanteros visitantes, sino la estrella de los “diablos rojos” , Wayne
Rooney, que metió el cuero en propia puerta: en una falta que sirvió el
Stoke desde el lateral del área, el inglés entró como un atacante más al
remate y no encontró oposición para cabecear el balón a su propia red.
Rooney, que ha recibido críticas en la prensa británica por su actuación
la pasada semana con su selección ante Polonia, donde Inglaterra no
pudo pasar del empate a uno, envió el balón a la red de De Gea en el
minuto once.
El mismo Rooney, sin embargo, que lució por vez primera el viernes 12 de
octubre el brazalete de la selección de los Tres Leones, aprovechando
la baja por sanción del capitán habitual, Steven Gerrard, se encargó de
solventar su error en el minuto veinte.
El holandés Robin Van Persie, destinado a deslumbrar este año en los
“diablos rojos” junto a Rooney, trazó un centro de largo recorrido desde
la banda izquierda para que su compañero se adelantara a los defensas
del Stoke y rematara de cabeza el 1-1.
El mismo inglés se encargó de iniciar la jugada que daría ventaja al
United poco antes de enfilar hacia los vestuarios de Old Trafford a la
media parte.
El atacante, de 26 años, abrió el juego a la banda derecha para el
ecuatoriano Antonio Valencia, que paró el balón, amagó, y tiró un centro
que Van Persie rozó para variar la trayectoria del cuero y dejarlo en
el fondo de la portería.
Era el décimo gol esta temporada, entre liga y Champions, del que fuera
el máximo anotador de la Premier el pasado curso con el Arsenal.
El técnico Alex Ferguson debió alentar a los suyos en el descanso,
porque la maquinaria de los “diablos rojos” arrasó al Stoke nada más
reanudarse el juego en el minuto 45.
Rooney, actor protagonista una vez más en el “Teatro de los sueños” ,
subió el balón por la banda derecha hasta la altura del área, donde
levantó la cabeza y puso el cuero en el primer palo para que Danny
Welbeck se lanzara en plancha y sumara el tercero del United.
Una jugada personal de Michael Kightly volvió a poner presión sobre el
United: el inglés se hizo con el balón el medio campo y no dejó de
correr hasta que había superado por potencia a la línea de cuatro
defensas de los locales y había lanzado un tiro raso que sobrepasó a De
Gea, que se estiró sin fortuna hacia su izquierda para tratar de detener
el derechazo.
Ante al adversidad, Rooney volvió a agarrar las riendas del encuentro y,
con un disparo desde el interior del área a la esquina derecha de la
meta del arquero Begovic devolvió la tranquilidad a los de Ferguson con
el definitivo cuarto tanto del United.
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