?Miami, EU.- Hasta ahora, el nuevo capítulo en la carrera de LeBron James ha acarreado muchos cambios en su vida.
Un espectáculo mediático rodeó su llegada a Miami, donde el público
llenó las gradas sólo para celebrar su contratación. Surgieron
acusaciones de que había tirado la toalla con los Cavaliers, que era un
egoísta y que la había roto el corazón a los aficionados de Cleveland.
La reacción, principalmente negativa, llegó de todos los rincones de la
liga, no sólo por su decisión, sino por la forma en que la anunció,
durante un programa especial de TV.
James no había experimentado jamás algo así.
”Pero sigo siendo el mismo”, dijo el astro. ”Así es este negocio”.
Hay algo más que James nunca ha experimentado. La sensación de conseguir un título.
Todo el mundo del básquetbol sabe que ésa es la única meta posible que
busca James, dos veces elegido Jugador Más Valioso de la NBA, para
considerar que su primera campaña con el Heat fue un éxito.
Con Cleveland estuvo cerca. Con Miami, junto con Dwyane Wade, Chris Bosh
y el resto de una alineación estelar, el quedarse cerca no bastará.
Una campaña llena de grandes expectativas comienza en Boston el martes
por la noche. Quienes definieron el calendario de la NBA para esta
temporada no podían haber tomado una mejor decisión para el partido
inaugural.
Fue en Boston donde concluyó la campaña pasada para Wade, quien luego
dijo que el Heat no volvería a quedar eliminado en la primera ronda de
los playoffs en el futuro cercano.
También fue ahí donde concluyó la temporada de James y su época con
Cleveland. Bosh ha caído ahí 11 veces, la mayor cifra de derrotas que ha
sufrido como visitante en cualquier inmueble de la NBA.
”Lo más importante es que todos estamos unidos en este vestuario”,
dijo el escolta del Heat, Eddie House, quien al igual que los otros
integrantes del equipo, rechazó ofertas de percibir más ingresos con
otro equipo, a fin de atestiguar lo que ocurrirá en Miami. ”Todos
estamos juntos. No nos preocupa nada más. No pienso que a nadie le
preocupen las estadísticas ni los salarios. Creo que todos estamos
preocupados por jugar y demostrar a todos los demás lo que podemos
hacer”.
La motivación es lo que sobra en el Heat, incluso para quienes se mostraban escépticos hace apenas unos meses.
Miami no era vislumbrado como el protagonista en el mercado de agentes
libres de 2010. Nadie pensaba que podría hacerse de jugadores como James
o Bosh. De hecho, algunos pensaban que el Heat tendría dificultades
incluso para retener a Wade.
Entonces, el presidente del club, Pat Riley, sorprendió a todos. En el
primer minuto del 1 de julio, cuando comenzó el plazo para contratar a
los agentes libres, todos los jugadores pretendidos por Miami recibieron
computadoras iPad, que tenían cargada información sobre el equipo, la
ciudad y la conformación de la franquicia. Luego vino una semana de
vuelos de un extremo a otro del país, así como varias noches de
insomnio.
”Cuando tienes a dos jugadores como Dwyane y LeBron, tienes una
dinámica en la que cualquier cosa puede pasar cada noche en ambos lados
de la cancha”, dijo Riley. ”Y si añades a esa ecuación a Chris Bosh,
un chico que puede jugar en la pintura y también puede hacer los
disparos suficientes entrando desde la banca, y que es suficientemente
alto y rápido, tienes los elementos para conformar un equipo muy
completo”.
Pero hay todavía más armas en el Heat.
Udonis Haslem, un jugador descrito como crucial tanto por James como por
Wade, aceptó devengar 14 millones de dólares menos para permanecer en
Miami. Cuando Mike Miller escuchó que Haslem, su viejo compañero en
Florida, se quedaría, tomó la misma decisión. Siguieron Juwan Howard y
el lituano Zydrunas Ilgauskas, quienes aportan la veteranía. James Jones
y el puertorriqueño Carlos Arroyo fueron buscados para tener
continuidad. Dexter Pittman y Da’Sean Butler son considerados promesas
en el club.
”Sabemos para qué estamos jugando”, dijo el técnico Erik Spoelstra.
Todo ha cambiado, incluso para Wade, quien se ha perdido prácticamente toda la pretemporada por una lesión en la corva.
Ahora, Wade no tendrá la responsabilidad constante de anotar 30 puntos
para que el Heat tenga la oportunidad de ganar. Quizás no enfrente con
tanta frecuencia la marcación de dos jugadores al mismo tiempo. Incluso
es probable que no tenga el balón al final de los partidos apretados.
”Cuando ellos me daban el balón y me decían que hiciera todas las
jugadas, yo trataba de hacerlo”, dijo Wade. ”Cualquier misión que el
entrenador Spo me encargue yo trataré de hacerla lo mejor posible”.
Pero lo más irónico es que la búsqueda del título comience en Boston.
Después de todo, el Heat tratará de emular a los Celtics del 200708, un
grupo de superestrellas que, juntas, conquistaron el título.