Praga, República Checa.-
David Ferrer dio el primer paso para la consecución de la sexta Ensaladera para España, al vencer al checo Radek Stepanek por 6-3, 6-4 y 6-4, y colocar al conjunto español adelante 1-0 en la final número cien de la Copa Davis que se disputa en el O2 de Praga.
Con una gran solidez, ante cerca de ocho mil enardecidos espectadores, y
con la presencia del presidente del Gobierno checo, Vaclav Klaus en la
tribuna, Ferrer se impuso en dos horas y 58 minutos a Stepanek, para dar
tranquilidad a Nicolás Almagro que se enfrentará a continuación contra
el número uno checo Tomas Berdych.
Ferrer, cinco del mundo, en su cuarta final de la Copa Davis, realizó un
sólido encuentro para sumar la séptima victoria ante Stepanek en diez
duelos, la segunda este año después de la lograda en Madrid sobre
tierra.
El banquillo español, reforzado por la presencia de Juan Carlos Ferrero,
vibró con la actuación de Ferrer que con la victoria de hoy, la 75 de
la temporada, iguala al serbio Novak Djokovic. En Copa Davis, Ferrer
tiene ahora un balance de 22 triunfos por solo cuatro derrotas.
En una superficie en teoría más accesible al juego del veterano jugador
checo, Ferrer impuso su seguridad ante la calidad de los golpes de
Stepanek. Radek, con un paupérrimo porcentaje del 55 por ciento de
primeros saques, no pudo defenderlo con garantías, y concedió 25 puntos
de rotura, para cederlo en cinco ocasiones.
Ante la seguridad y calma del español, Stepanek tuvo que jugárselo todo
en la red, un territorio que domina a la perfección confirmado con su
cuarto puesto mundial en la clasificación de dobles, pero ahí apareció
el mejor pasador del circuito, Ferrer, para “retratarle” continuamente y
dejarle sin su mejor arma.
La clave del primer set fue el interminable sexto juego, de 24 minutos,
en el que Ferrer minó la resistencia de su rival. No pudo quebrarle,
pero Radek quedó tocado psicológicamente, porque además cometió dos
dobles faltas.
Los padres de Stepanek, Hana y Vlastimil, su mujer la jugadora Nicole
Vaidisova, semifinalista en Roland Garros en 2006, y Jana Novotna,
campeona de Wimbledon en 1998, asistieron a la demolición del jugador de
Karvina, que solo fue capaz de robar el servicio de Ferrer en el sexto
juego del segundo parcial y en el octavo del tercero, y que acabó
desesperado, quejándose de la presión de las bolas y con un total de 46
errores no forzados.
CHG