México.- En febrero de 2018, Pemex anunciaba con bombo y platillo su nueva relación como patrocinador del único piloto latinoamericano de Fórmula 1, Checo Pérez. El entusiasmo desapareció una vez arrancó el gobierno del actual presidente Andrés Manuel López Obrador y para 2019 la petrolera argumentó tener otras prioridades presupuestas, dando fin al contrato.
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Al poco tiempo Pemex dejó de aparecer entre los patrocinadores y el uniforme con el que corrió ese año para la escudería Racing Point.
La ahora petrolera más endeudada del mundo enfrenta una demanda por 58 millones de pesos por el termino anticipado de su contrato, que Pérez además argumentó fue terminado con mala fe.
El contrato de patrocinio está a nombre de MGI Asistencia Integral, la empresa de outsourcing de la petrolera estatal para tercerizar servicios administrativos y legales en la refinería de Dos Bocas, el proyecto energético más ambicioso de la Administración de López Obrador que se construye en Tabasco.
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Checo Pérez, solicitó como medida cautelar el aseguramiento de cuentas de MGI hasta por 58 millones de pesos, pero el Juzgado Noveno de Distrito en Materia Civil rechazó la petición. La sentencia no ha sido publicada por el juzgado, y ya fue apelada por ambas partes ante un tribunal unitario, por lo que el proceso aún se prolongará durante varios meses.
