Culiacán, Sin.- La historia de Oliver Pérez en el rey de los deportes inició con el equipo de las Aguilitas de la UAS sin imaginar que años después se convertiría en apenas el tercer pitcher azteca en llegar a los mil 500 ponches en Grandes Ligas, y el cuarto mexicano en alcanzar las 17 en el mejor beisbol del mundo; así lo narra Jorge Manuel Bojórquez, quien fuera su primer manager.
Quien fuera el precursor en la carrera del zurdo oriundo de Culiacán, recordó sus inicios en este deporte, y como llegó al campo sin saber nada de besibol, incluso sin haber desarrollado al cien por ciento su coordinación de reflejos, pero con una gran pasión por este deporte.
“Oliver Pérez era un niño bastante noble, muy humilde, muy dedicado; siempre él se quería quedar a entrenar, se terminaba el entrenamiento y profe deme unas rolas, profe déjeme batear, siempre quería más nunca estaba conforme con el entrenamiento normal”, recordó.
El hoy lanzador de Indios de Cleveland comenzó como un jugador utility, como es costumbre en el beisbol infantil, y fe ahí donde brilló como pitcher, primera base, jardinero central e incluso receptor. A
“En ese momento nosotros no podíamos determinar los pitcher sino que lo llevas como un elemento utility. El Oliver ahí destacó como primera base, como jardín central y haciendo sus relevos respectivos”, comentó.
No fue hasta que Oliver Pérez dio el paso a la categoría Juvenil Mayor y comenzó a jugar en la Liga Oraba, que se dedicó de lleno a trabajar desde la lomita y terminó por alcanzar su máximo potencial, al grado de llegar a brillar en el beisbol profesional.
Para “El Ingeniero” Bojórquez la confianza que le dio Francisco “El Paquín” Estrada al pitcher culichi fue la clave para que su carrera detonara y él llegara a figurar en el mejor beisbol del mundo. A
“Para él fue muy oportuno el hecho de que allá participado con los Tomateros de Culiacán, manejando el Piquín Estrada. Quedaron campeones y participaron en la Serie del Caribe pero fue el escaparate o la vitrina para él, donde posteriormente se proyecta como Grande Ligas”.
Oliver Pérez llegó no solo alcanzó la regularidad en la MLB sino que se convirtió en un ídolo del aficionado culiacanense. A
“No deja de ser un ídolo aunque el aficionado de aquí de Culiacán es demasiado exigente. No sé si recuerden a Nelson Barrera, pegaba jonrón lo aplaudían, no hacía nada, lo ponchaban, y lo abucheaban; igual al pitcheo, al Oliver así lo trataban”, dijo Jorge Bojórquez.
Al ver todo lo que ha logrado Oliver Pérez en el besibol profesional, su primer manager no puede evitar sentirse orgulloso y privilegiado de haber podido convivir con él desde pequeño. A
“No deja de ser un gran orgullo, aparte del orgullo que pueda sentir toda la afición del besibol aquí en Culiacán, por ser nativo y ser originario de aquí. La satisfacción de haberlo dirigido, de tener la experiencia y la participación e su nobleza con uno, el respecto, donde me ve se para, me salido y eso no deja de ser importante para uno en la formación de esos muchachos”, dijo.
Por último, Bojórquez extendió una felicitación al lanzador de Grandes Ligas por su más reciente logro, haber conquistado los mil 500 abanicados, y aprovechó para mandar un saludo al pelotero y toda su familia.
