México.- Si eres de los que ponen el aire acondicionado en su nivel más bajo y tu casa o recámara parecen un témpano de hielo y hasta la cobija agarras para taparte, es importante que seas que además de frío lo que tendrás al final del mes será un recibo de la luz muy alto, sin contar que podrías enfermar al salir de un lugar helado a la intemperie que registra temperaturas altas.
Da click aquí y encuentra más información de Línea Directa Portal en nuestra página de Google News
Si bien es cierto, los aires acondicionados están diseñados para soportar y rendir correctamente a la temperatura mínima con la que fueron programados, también es cierto que entre más los forces, si vida útil baja y el uso de electricidad aumenta, más cuando son equipos viejitos y no ahorradores.
Por ello la importancia de usar correctamente nuestros equipos y sobre todo, ser realistas con la necesidad de una temperatura que nos garantice un ambiente confortable y alejado del calor extremo.
Sugerido: ¿Apagas y prendes el aire acondicionado para ahorrar luz? Debes dejar de hacerlo, aquí la razón
Para sacar el máximo partido a tus equipos de refrigeración, la temperatura programada no debe superar los 12 grados de diferencia con la temperatura exterior. En la mayoría de los casos, unos 24 ó 25 grados centígrados son más que suficientes para sentirnos cómodos a una temperatura agradable.
Si cuando llegas a casa y enciendes el aire, esta temperatura te parece un poco elevada, ten paciencia y evita bajarla más, el cuerpo trae el calor de la calle y necesita un tiempo para aclimatarse. Seguro que al cabo de unos minutos te sentirás perfectamente.
Cuando activamos el aire acondicionado es porque hace calor en el exterior, por lo que solemos llevar ropa ligera. No tiene sentido programar el aire de casa a 18 grados y ponernos un suéter o taparnos con la cobija, es un gasto inútil de dinero y energía, además de un riesgo para nuestra salud.
Debes leer: ¿Cuánto pagaste de luz en mayo del 2020? Si la tradición sigue, el primer golpe del año ya viene
Así que, ya sabes, la próxima vez que enciendas el aire acondicionado, prueba a ponerlo a 24 ó 25 grados centígrados. Tu salud, tu bolsillo y el medio ambiente te lo agradecerán.