México.– Cada vez más se fortalece el pronóstico para el desarrollo de la posible última tormenta tropical de la temporada de ciclones y huracanes 2023. Hasta las 5:00 horas de este martes 14 de noviembre, la perturbación en vigilancia alcanzó el 70% de probabilidad de desarrollo a siete días y el 10% en 48 horas.
Da seguimiento a la temporada de ciclones y huracanes 2023 en la sección especial de Línea Directa
Y aunque el sistema está lejos del territorio mexicano, es importante recordar que desde el punto en vigilancia, la depresión tropical Veintiuno envió remanentes para formar a Pilar, cuyos remanentes llegaron a México.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés), informó en su más reciente aviso que esta área de clima perturbado se ubica sobre el suroeste del Caribe.
Contenido de Twitter
Actualmente el mar está asociado a una amplia zona de chubascos y tormentas eléctricas. Las condiciones ambientales parecen favorables para desarrollo adicional de este sistema, y una depresión tropical es probable que se forme hacia el final de esta semana mientras el sistema comienza a moverse hacia el noreste a través de las porciones occidental y central del Mar Caribe.
El organismo con sede en Miami, ve especial interés de seguimiento a este sistema en Cuba, Jamaica, Haití y República Dominicana, a quienes conminó a monitorear el progreso de la perturbación, ya que independientemente del desarrollo que pueda alcanzar, este sistema tiene el potencial de producir fuertes lluvias sobre partes de la costa caribeña de Centroamérica y las Antillas Mayores hasta finales de esta semana.
Contenido de Twitter
Por su parte el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), confirmó que la perturbación evolucionó a zona de baja presión al sureste del mar Caribe. Registra un 10 por ciento de probabilidad para desarrollo ciclónico en 48 horas y mantiene el 70% en siete días.
Debes de leer: Todavía no es ciclón, pero el potencial Vince ya impulsa alertas ¡prevenidos!
El sistema se localiza aproximadamente a 790 kilómetros al este-sureste de Puerto costa Maya, Quintana Roo, y su desplazamiento es hacia el noreste. De momento no representa riesgos para costas mexicanas.