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Mazatlán, Sinaloa.- La falta de subsidios al diésel marino ha pegado bastante a la industria de los energéticos, sobre todo, porque son ya tres temporadas en la que las embarcaciones camaroneras, o no salen a las capturas en su totalidad, o se amarran desde uno o dos meses antes de iniciado el periodo de vedad, por lo que los ingresos en los proveedores han caído considerablemente.
Amado Guzmán Reynaud, director general de Grupo Petroil, expuso que por la situación que enfrenta el sector pesquero de Mazatlán y de otras regiones costeras donde tiene presencia la empresa, han tenido que buscar otros sectores a los cuales proveer del energético, a fin de no verse tan afectados económicamente por la falta de consumo.
“Nosotros, uno de nuestros principales clientes es la pesca camaronera y se nos han caído mucho los ingresos, yo siento que no han tenido el apoyo que deberían en materia de vigilancia, en materia del apoyo del diésel, pero ya es un tema muy cantado, es obvio que la administración no va a ayudar en eso”.
El empresario mencionó que a más de tres años de iniciada la administración federal, está claro que los apoyos que se otorgaban para la adquisición del diésel marino, con precios bajos, condonándoles el pago del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, no regresarán.
Para llenar el tanque con el energético, un armador o propietario de embarcación tiene que desembolsar cerca de 720 mil pesos por cada unidad, que requiere de 45 mil litros para salir de viaje; y en números generales, son 500 barcos los que integran la flota total de Mazatlán, que a su vez se traduce en 22 millones 500 mil litros por viaje de capturas.
