Culiacán, Sinaloa.- Aunque la próxima semana inicia de manera formal el bombardeo de nubes, esto en realidad se hará una vez que se tengan las nubes adecuadas para ser rociadas con acetona y propiciar que las lluvias caigan en la parte alta del estado, explicó el presidente de la AARC, Enrique Rodarte Espinoza de los Monteros.
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El presidente de la AARC, y quien ha sido uno de los principales promotores de esta técnica, ponderó que sea el gobierno federal a través de la Sader y Sedena los que pongan en práctica la estimulación de nubes para tratar de minimizar la sequía que enfrentan varios estados del país.
“Lo van a estar haciendo con unos productos distintos a lo que lo hacíamos nosotros; ellos traen ahí una persona que maneja el programa, que es el ingeniero Trueba y esta persona pues dice que son más efectivas la utilización de acetonas que cloruro de potasio, porque el yoduro de plata es para nubes más frías”, indicó.
Cabe aclarar que a diferencia del avión privado y radar Doppler que se utilizó el año pasado y en el 2019, en Sinaloa, esta vez las acciones las realizarán personal de la Sedena y para ello utilizarán un King Air 350i de la Fuerza Aérea Mexicana.
Manuel de Jesús Ortiz Acosta, jefe del servicio Agrometeorológico de Caades, aclaró que el sistema tradicional de bombardeo de nubes implica que un avión se mete dentro de las nubes llamadas inicialmente cumulu fortes, y después cumuloninbus, cuya formación es ascendente en forma de torre.
Esta torre se desarrolla en temperaturas negativas, que se ubican entre los -2, -5 grados ya que el yoduro de plata tiene una temperatura de respuesta de -4 grados centígrados.
Sin embargo, lo que la Sedena y Sader realizarán más que un bombardeo será una aspersión, de acetona para enviar el yoduro de plata hacia la cumbre de la nube.
“Este tipo de siembra de nubes, se les conoce como siembra estativa y si se ha utilizado mucho en algunas partes de estados Unidos, sobre todo durante invierno, por razones obvias porque la atmósfera está más fría y las nubes se están desarrollando en condiciones de más bajas temperaturas”, indicó.
Ortiz Acosta manifestó sus dudas con respecto a la efectividad de ese sistema porque en Sinaloa las nubes son calientes, y este método implica rociar las nubes desde la base y no meterse en ella como es lo usual ante el tipo de clima que se tiene en esta entidad.
El polígono en el que trabajarán es prácticamente toda la zona serrana en aproximadamente 2 millones de hectáreas en donde las estimaciones de Alejandro Trueba, líder del programa es de que aumente a lluvia desde uh 40 a un 60 por ciento, aunque en registros consultados de este tipo de sistemas indican como máximo entre un 25 y un 20 por ciento.
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