Enamoran en conjunto

Culiacán, Sin.- Los integrantes del Ballet de
Monterrey, y la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, en el Teatro Pablo de
Villavicencio con una serie de pas de
deux de grandes suites, lograron enamorar con movimientos premisos y un
sonido suave, dentro del segundo espectáculo del programa Escena 2014 del Instituto Sinaloense de Cultura, en una Gala de
Ballet.
Bajo la
dirección del maestro Gordon Campbell, la Orquesta interpretó las diversas
piezas del programa, abriendo con el pas
de deux de la suite Don Quijote,
de L. Minkus, sobre la original de Marius Petipa, ejecutado por los bailarines
Claudia Klister y Ernesto Mejica, quienes motivaron los primeros aplausos  por su destreza técnica, elegancia y el
equilibrio en los vertiginosos giros durante los solos.
De Tchaikovski
interpretaron el pas de deux de la
suite El lago de los cisnes, sobre la
original de G. Balanchine, interpretado por Alice Kodama y Eduardo Pi, que
aparte de la habilidad de los bailarines y su perfecta coordinación de
movimientos, enviando en todo momento para el publico sonrisas de coqueteo.
Le siguió la
suite Flamas de París, donde los
bailarines Olivia Quintana y Adrián Marrero, lucieron atuendos alusivos a los
colores de Francia para interpretar dignamente una coreografía de Luis Serrano,
sobre el original de Boris Assafiev con música de Vasili Vainonen, continuando
el enamoramiento a los presentes en el recinto.
La segunda
parte, inició con un solo de la suite Diana
y Acteón, de R. Deigo, a cargo de Jonhal Fernández, en una coreografía de Agripina
Vaganova, con montaje de Luis Serrano.
Continuó con Aguas primaverales, a cargo de los
bailarines Regina Palomar y Luis Ledesma, en una coreografía de Asaf Messerer,
con música de Sergei Rachmaninov y el último pas de deux fue el Intermezzo,
del autor Manuel A. Cano, interpretado por Andrea Juárez y Ernesto Mejica.
Cerró en
grande con la pieza Danzón No. 2, de
Arturo Márquez, coreografía de Luis Serrano y la participación de todos los
bailarines anteriores además de Sarahí Carranza, Abigail Miranda y Armando
Medina. Una pieza que, a la calidez rítmica de la música sumó un trabajo
escénico que combinó la elegancia del ballet a la del danzón, con bailarines
vestidos de trajes de diversos colores las mujeres, y los hombres de negro con
sombreros de ala corta.El amor se respiraba, logrado por los integrantes del
Ballet de Monterrey, quienes con el acompañamiento de la OSSLA, hicieron la
perfección, para recibir el anhelado sí, con los aplausos recibidos.
TJ