?Casos de violencia contra mujeres no se deben medir de la misma manera?

Mazatlán, Sin.-  El tema de la prevención de la violencia en
contra de las mujeres ha tenido un desarrollo institucional importante, así lo
considera el director de Inclusión y Equidad Consultoría Latinoamericana
capítulo México, Christian Rojas; sin embargo, la discusión comienza en el
momento que se plantea si las políticas públicas realmente sirven para lo que
fueron creadas.
La equidad de género es uno de los
problemas más evidentes que se presenta en México, pues en la ley sí se
contempla la equidad, pero la realidad muestra lo contrario, expresó Christian
Rojas.
?Ahí entramos en el terreno de si bien
tenemos los mismos derechos formalmente en la ley, en la práctica hay una
discriminación evidente?.
??entonces eso se necesita corregir; se
necesitan muchos esfuerzos públicos pero también muchos esfuerzos civiles?,
indicó.
Las estadísticas
arrojan que México se encuentra entre los primeros lugares a nivel
Latinoamérica en cuanto a la violencia en mujeres; sin embargo, los números son
sólo dígitos que no contemplan la magnitud de los fenómenos, puntualizó Rojas.
?La danza de los números, los índices,
pues en general reflejan los países, México ocupa uno de los primeros lugares,
Brasil ocupa otro lugar, entonces yo por eso me recito un poco los números y no
porque no lo quiera decir, sino porque en general muchas veces se ocupan para
ocultar la realidad?, indicó.
Christian Rojas
agregó que se debe estudiar cada uno de los casos que se presentan en los
países de Latinoamérica, así como en cada estado de México porque no se puede
hacer el mismo patrón de lo ocurre en cada lugar.
?Si comparamos
Culiacán con alguna otra ciudad del país, usted puede decir no pues somos
menos, pero la magnitud con la que ocurren tiene unos efectos que yo le
preguntaría a usted que es mujer: usted se siente segura caminando en las
calles?.
??usted no va a
decir: ¡Ay, yo me siento más segura porque no vivo en tal ciudad! Entonces esa
percepción como que hay que abatir?, expresó.
Todas las buenas
experiencias y prácticas que se lleven a cabo en  América Latina deben de contar con la
participación de los municipios, porque sin la intervención de quienes tienen
el primer contacto con la comunidad, se le invertiría a un barril sin fondo en
la cuestión de implementar estrategias y políticas públicas que ayuden a
prevenir la propagación de la violencia.